218. Quiero probarte a ti
Dimitry se bajó del auto completamente tenso, avanzando por el sendero que llevaba a la casa del padre de Satarah y no tardó en ingresar. Evidentemente, él no estaba feliz de estar haciendo aquello y mucho menos en aquel horario inhóspito, sin embargo, había hecho una promesa a su esposa y no iba a irse, así como así, sin cumplirla.
Los hombres de los Ivanov lo miraban con ciertos recelo, pero no se interponían en su camino ni hacían nada por irritarlo.
Dimitry trato de recordar el lugar exacto en que Satarah le había dicho dónde estaban los Blinis y se dirigió allí entrando en la cocina. No era la primera vez que visitaba aquella casa, pero si la primera en muchos años.
Ni siquiera curioso tomando el postre, Y enseguida se dio la vuelta para irse, pero en ese instante, una figura masculina irrumpió en la cocina, su expresión de sorpresa de inmediato se difuminó cambiando a una sonrisa burlona que casi abarcó todo el rostro de este, Zinoviy estaba allí probablemente para burlarse de él