—Satarah…

Ella no levanta la cabeza.

Sigue de espaldas a él y Dimitry está frustrado por eso.

Afortunadamente después de que le había dicho a su esposa que había enviado lejos a Anastasya, que solo recibiría información de ella por medio de Valerik las cosas entre los dos se habían solucionado. Sin embargo, ahora que ella se había enterado de la misión que llevarían a cabo esa misma noche, Satarah se había ido para volver a su habitación sin decir una palabra.

Dimitry sabía que no estaba bien.

Él avanzó a donde estaba sentada sobre una silla frente al espejo de la peinadora, sin dudarlo se arrodilló a su lado clavando sus ojos sobre ella pero Satarah apretó los labios si voltear a verlo.

De perfil podía ver una lágrima cayendo por su rostro ocasionando que él se tensará enseguida.

Alzó su mano tomando su mentón dirigiendo su cara hasta él sintiendo la opresión en su pecho al verla llorar.

—¿Por qué estás llorando, Malyshka?

Ella enseguida lo fulminó con la mirada mientras las