161. Adorándote, esposa
—Necesito una ducha, ¿Podemos...?
Él no dejó que terminara dirigiéndose al baño poniéndola nerviosa con la intensidad de su mirada.
—¿No vas a protestar? —pinchó ella con una sonrisa y Dimitry negó con la cabeza.
—Dije que voy a darte todo lo que quieras.
—¿Todo lo que quiera?
Dimitry la sentó sobre la encimera del baño dándole una sonrisa ladeada que aceleró el corazón de Satarah al mismo tiempo que subía lentamente las mangas de su camisa negra mostrando sus antebrazos marcados.
—Absolutamente todo, Malyshka —afirmó en un tono insinuatorio antes de comenzar a llenar la bañera dándole la espalda por un momento.
Tarah se deleitó en esta a pesar de que seguía vestido.
Su esposo la excitaba incluso sin intentarlo.
"Estoy mal. Deben ser las hormonas de embarazada."
Pero lo cierto era que hasta que Dimitry no había vuelto a aparecer en su vida ella ni siquiera se había sentido atraída por otro hombre. Su vida consistía en trabajar y dormir, este embarazo la había vuelto un oso perezoso,