153. No volverás a irte ¿Verdad?
Tarah besó sus mejillas y su frente haciendo que Ava sonriera. Por un momento se quedó perpleja notando que la forma en la que Ava sonreía era la misma que la de su padre, acababa de darse cuenta en lo único que se parecía a Dimitry. Cosa que no sería demasiado evidente para los demás ya que él no sonreía amenudo.
—Te lo juro, pequeñita. Estoy orgullosa de ti, pero debes tomártelo con calma hasta que estés completamente sana. ¿Lo prometes?
Ella enseguida asintió contenta.
—Lo prometo, mamá.
Cada vez que la llamaba mamá la hacía sentir extremadamente feliz.
Satarah la atrajo a su pecho abrazándola, inhalando su aroma infantil antes de volver a besar su mejilla ligeramente regordeta.
Fue entonces cuando alzó la mirada a donde Yelena y el hombre de Dimitry estaban.
Ambos habían contemplado la escena madre e hija en silencio.
Satarah abrió los ojos recordando la cara del chico frente a ella, era al mismo al que había engañado para escapar hace cinco meses atrás. Se sorprendió de que Dimitr