129. Te dije que no me iría
—N-no sé de qué me hablas —susurró cuando sus dientes liberaron sus labios aunque ninguno de los dos había tomado distancia.
—¿No lo sabes?
Sentía sus piernas temblorosas mientras él introducía su lengua en su boca encontrándose con la suya, entonces no pudo evitar gemir suavemente ocasionando que Dimitry buscara el inicio de su short antes de introducir una mano en este mientras la otra seguía sobre la piel de su nuca.
Sus dedos no tardaron en encontrar su intimidad tocando su clítoris ocasionando que ella jadeara suavemente al mismo tiempo que sus ojos se encontraban mirándose con deseo reprimido.
—¿Ahora lo entiendes, Malyshka?
Él la acarició hasta dirigir sus dedos hasta su entrada ocasionando que ella se mordiera el labio inferior para no gemir.
—Jodidamente húmeda para mí, como debe ser. Solo para tu hombre.
"Detén esto, Satarah. Él te toca una vez y tú te deshaces, no puedes ser así. No puedes ser débil."
Quería apartarlo.
De verdad quería hacerlo pero la forma en la que estaba