122. El corazón roto de Satarah, Huida
Satarah suspiró apretando la carpeta en su regazo con más fuerza después de salir del auto. No quería llevársela porque no quería pensar en el divorcio pero si no la llevaba con ella Borya se daría cuenta de que le había mentido para llevarla a la oficina de Dimitry.
Su corazón parecía estar a punto de salirse de su pecho ante el nerviosismo de lo que iba a hacer pero también había una alegría en su fuero interior que punzaba dentro de ella.
Cuando entró al lugar los ojos de todos la miraron con sorpresa pero Satarah no les prestó demasiada atención.
—¿Satarah? —saludó aturdida Vasya.
Tarah entendía que estuviera confundida de que apareciera de nuevo.
Seguramente el rumor de ella y Dimitry en el ascensor se había difundido por toda la empresa.
Sus mejillas adquirieron un color rojo ante la mirada inquisitiva de la mujer frente a ella.
—Hola Vasya, es bueno verte de nuevo —le sonrió a la mujer que la había hecho sentir parte de su grupo cuando estaban trabajando juntas—. Vengo entregar