En la universidad
Humberto llegó muy temprano a la universidad. Su mirada ansiosa recorría los pasillos, buscando a Tory. Pero cuando encontró a Brianna, la tomó de la mano y juntos fueron hasta la cafetería.
—Mi amor, ¿conseguiste el dinero? —preguntó Brianna, entrelazando sus dedos con los de él.
Humberto bajó la mirada, negando con pesar.
—Lo siento, Brianna, no lo conseguí.
Ella se quedó perpleja, soltó sus manos como si hubiera recibido un golpe.
—Pero…
Humberto le sostuvo la mirada con firmeza.
—Brianna, escúchame bien. Me casaré con Victoria.
Brianna se apartó de golpe, como si las palabras la hubieran quemado. Sus labios temblaban, pero antes de que pudiera hablar, él continuó.
—Lo haré solo por dinero. En cuanto lo tenga, la dejaré… para estar contigo.
Los ojos de Brianna se iluminaron con un brillo mezquino.
—Pero falta mucho…
—No te preocupes. Confía en mí, pronto tendremos el dinero suficiente para que vivas como una reina.
Ella sonrió satisfecha, acariciando la mejilla de