OLIVER DRAKE
El último sistema se estabilizó a las 18:17.
Lo vi en la pantalla: todos los intentos de intrusión… aniquilados. Después de reconocernos como ShadowFox y Rosa Negra, yo aun no lo podía creer, seguimos revisando el sistema por posibles ataques nuevos y así nos quedamos unas horitas más.
La oficina estaba vacía, pero la sala técnica ardía.
Tiffany se quitó los auriculares, dio un suspiro cansado y me miró.
Esa mirada.
No de prima de Ashton.
No de chica nueva.
No de ayudante dulce.
Era la mirada de la Rosa Negra.
La que entró en el Banco Internacional.
La que bailó conmigo en el código durante años sin rostro.
—¿Terminaste?
Le dije y me reí. No de burla. De incredulidad.
— Si cariño, terminé de revisar y cerré cualquier tipo de acceso, ¿y tú?
— Yo también terminé de estabilizar el sistema, la empresa de Ash está segura nuevamente.
La miré a los ojos y sonreí. Esto era increíble
—¡Llevas semanas sentada a mi lado y yo…!
—Yo tampoco lo vi venir —dijo ella, encogiéndose de homb