ETHAN GARDNER
—¿¡CUÑADOOO!? —repetí en voz alta, aunque él ya se había metido en el auto como si nada.
Me quedé plantado en la entrada de la casa con la boca abierta y el corazón pateando como loco.
¡¿Mi hermana?!
¡¿Oliver y MI HERMANA?!
¡No, no, no, NO!
¿Esto es una maldita broma?
Yo estoy acá, sufriendo por la hermana de él, soñando con una sonrisa de Olivia, repasando cada palabra que me dijo como un idiota enamorado…
¿¡Y él se mete con la mía!?
Entré a la casa hecho una furia.
La puerta se cerró con un portazo tan fuerte que tuve miedo de despertar a Erick.
Tiff estaba en el sofá, sonriendo como si le acabaran de regalar un unicornio.
—¿Y tú qué? —le solté.
—¿Yo qué?
—¡¿Qué haces saliendo con OLIVER?!
—Eh… cenando.
—¡ES OLIVER! ¡MI AMIGO! ¡MI COMPAÑERO DE TRABAJO! ¡ES…!
—¿Tu cuñado?
—¡NOOOO! —grité con ambas manos en la cabeza.
— Pero si tú mismo lo dijiste.
— Pero por Olivia, no por ti.
—¿Por qué tú puedes enamorarte de su hermana, pero él no?
—¡PORQUE ERES MI HERMANA! —grité con