WILLIAM FOREST
La pantalla de mi computador aún iluminaba la habitación en penumbras. Afuera ya clareaba, el cielo apenas comenzaba a teñirse de ese azul lechoso que anuncia el amanecer. Llevaba toda la noche despierto, solo, acompañado por archivos, documentos y la única verdad que había estado temiendo confirmar.
Mi nombre está en la esquina del sobre, impreso con letras negras. No tembló mi mano al abrirlo. Lo había mandado a hacer. Yo mismo, sin consultar a nadie. Ni siquiera a Ash. Y ahora que el resultado estaba frente a mí… no sabía qué hacer con él.
Resultados: 99,98% de coincidencia. Compatibilidad genética: Hermanos paternos.
Cerré los ojos.
Eydan no es primo de Ash.
Eydan… es su hermano.
Un escalofrío me recorrió la columna. Me eché hacia atrás en la silla, llevándome las manos a la cara. Respiré hondo. No podía permitirme un segundo de debilidad. No ahora.
Volví atrás, mentalmente. A la última vez que vi a Eydan.
Había venido al edificio de Ash como quien se cree dueño de