TIFFANY GARDNER
—¿Pero tú viste su cara? —me atraganté de risa mientras mordía una tostada—. Era como si no entendiera que estaba en calzones en el lobby de un hotel cinco estrellas.
—¡Y grabada por veinte personas! —agregó Olivia, chupándose los dedos llenos de mermelada—. Cuñada, si yo no hubiera estado ahí para verlo, diría que fue un sueño húmedo machista.
—¿De qué están hablando? —preguntó Ethan, entrando descalzo y despeinado a la cocina buscando una taza de café para despertar.
—De tu prima, obvio —dije, cruzando las piernas sobre la silla como si fuera una reina contando su conquista—. ¿No te contaron?
Ethan se dejó caer en la silla frente a nosotras con una taza de café, dejando un beso fugaz en Olivia, alzando una ceja al mirarme.
—Solo supe que alguien terminó semidesnudo en el hotel… No pensé que fuera Gisella.
—Semidesnuda y arrastrada por el hall como un trapo sucio, querido —dijo Olivia, dándole un golpecito a Ethan en el brazo—. Liss se apareció como una diosa vengador