El vuelo de vuelta a Nueva York fue incómodo, los tres pasajeros no hablaron en ningún momento, aunque había miradas que podían decir muchas cosas. Ro, intentó dormir un poco, pero estaba preocupada por Clara y sus pequeñitos se movían como pelotas de ping pong en su panza.
Apasiguó sus nervios leyendo un poco y por fin dormitó.
La llegada fue otra cosa, Robert junto a Jex los estaban esperando en la salida VIP. Ro les dio un abrazo fuerte a cada uno y los señores Santillán se impresionaron por el trato de ellos hacia Ro.
Para ellos el tener guardaespaldas era normal y aunque eran personas austeras, su empresa y sus relaciones los obliigaban, pero al parecer en este país las cosas eran distintas. Se notaba todo un tanto "informal".
Al llegar al hospital, los tres fueron acompañados hasta la sala de cuidados intensivos. A Ro y a la señora Santillán se les apachurró el corazón al ver conectada a su pequeño colibrí.
Dana y Alma llegaron en ese momento y las consolaron, pero algo le pasó