Me levanto temprano con un objetivo en mente y después de darme una rica ducha bajo a desayunar.
- Buenos días, mi gente linda.
Mi papá y mi hermano fruncen el ceño y me miran cautelosos, pero es James el que habla, intentando saludarme, o eso creo.
- ¿Qué tienen de buenos? - Ay, para qué creo en santa si este odioso me sale con esas, pff.
- Pues los tienen, mi querido y adorado virgencito.
- Basta, Chris, deja de molestarme.
- James...
-Padre...
- Uy, qué están desayunando para no probarlo, digo para no intoxicarme con tanta frialdad.
- ¡Christian!
- Padre, déjalo ser, en realidad él es así y así lo toleramos.
- Gracias por el cumplido, hermano, pero ya, tengo algo que decirles.
- No me vayas a salir con la misma que tu hermano.
- ¿Qué? ¡No! ¡Papá! - si, ya me exasperé - No es eso, señor O'Connor. Es que estuve pensando en lo que le pasó a James y se me ocurrió una idea después de ver el capítulo de Criminal minds.
- ¡No jodas, Chris!
-¿Me estás revirando los ojos? ¿A mí? ¿A tu salva