El fin de Zilana.
Castillo - Clan Sangre y Fuego
- Vamos, apresúrate.
- Isan, estás seguro que no hay problema con que me quede aquí?
- ¿Por qué habría problemas?
- Por tu esposa.
El rey rio divertido. - Yo no tengo que rendirle cuentas a nadie, soy el rey, estás son mis tierras.
Betzabet se quedó en silencio, pero la verdad era que estaba feliz. Amaba a Isan, lo amaba con locura y el hecho de que le ordenara quedarse en el castillo significaba mucho. Le preocupaba un poco la reacción de la esposa, sabía que era algo a lo que no tenía que darle importancia pero lo hacía, era la mujer con la que vivía hacia muchos años.
Llegaron al castillo e inmediatamente fueron recibidos por él mayordomo y la servidumbre del castillo.
- Mi Rey, Zac vino y nos dió su mensaje también trajo el equipaje, están terminando de ordenar la habitación de huéspedes aquí abajo.
- No se quedará abajo, prepara la habitación de arriba.
Una voz que hizo sobresaltar a la servidumbre sonó desde arriba. - Para quién