Manada de Hielo
Ziara y Alian fueron los primeros en salir, Ziara se sentía mal, su estómago estaba revuelto, se sentía mareada. Alian estaba a su lado, pero no había dicho palabras alguna, Ziara intentó evitar la incomodidad del momento y sus malestares perdiéndose en sus pensamientos.
* Eso allí se sintió muy extraño, no quiero ni imaginar si les hubiera contado todo. Y no hablar de Alana, sólo le faltó culparme.*
Suspiró con molestias
*Obvio soy culpable, pero no lo hice a propósito, lo hice porque no tenía de otra, la muerte de esos lobos les causó dolor pero con ella, yo les evite un daño mucho mayor.*
- Ziara-
- ¿ Qué sucede? ¿ Por qué gritas?
- Te he estado hablando pero no respondes, no parece que estuvieras aquí.
- No tengo a dónde ir.
- ¿ Quieres irte?
- No es que lo quiera, pero de ser así, igual no tendría a dónde ir.
- Ziara, hablaste con tu padre?
- No, no pude, ni siquiera pude entrar por completo al castillo, sólo llegué a los límites de su tier