~Manada de Hielo~
Momentos antes de la guerra
Si habia algo que caracterizaba a los hombres lobos era su capacidad de amar, su lealtad a sus mate, a su compañero, no importaba que tanto enfrentaran, no importaba el peligro, porque cuando se amaba, se amaba con fuerza, alma y corazón, y el vivo ejemplo de ellos serían Alian y Ziara, Alana y Gabriel, Raik y Celeste.
La piel de Alana se veía muchísimo más blanca de lo que era pero sus venas y el recorrido que hacían por su cuerpo destacaban en intenso dorado.
La loba tenía un semblante más tranquilo, pero seguía dormida o al menos eso parecía.
Gabriel caminaba de un lugar a otro sin despegar los ojos de ella, se detuvo al escuchar que tocaban la puerta.
- Gabriel, puedo entrar?
Era el Alfa, el beta se sintió algo ansioso, se apresuró a cubrir a Alana con una sábana y luego se acercó a la puerta para abrirla.
- Pase Alfa.
- Ella, está bien?
- Creo que sí.
- crees? Cómo que crees?
- Bueno, Alfa. Observela usted mismo.
Gabriel