Capítulo 3: ¿Has visto a Flor?

Christian Walker

Cuando desperté esta mañana, me percaté que estaba desnudo, me incorporo y noto que la cama está revuelta. Al levantarme veo mi ropa y la de Flor en suelo, ¡Demonios!

Solo pude sentir un escalofrío recórreme, no necesito ser muy inteligente para saber qué sucedió entre los dos. Mi cabeza me duele, ¡Soy un idiota! ¿Cómo demonios vine a enredarme con ella?

Mi maldita cabeza siento que me va a estallar, voy al baño y tomo una larga ducha. Mientras estoy ahí, trato de recordar que sucedió, pero nada llega a mi mente.

Estoy pensando en la mejor manera de quitármela de encima, ya la conozco, ahora me mirará con sus ojos de borrego, pondrá su cara de mosca muerta y sonreirá al verme.

Al salir del baño, esperaba encontrarla en la habitación, creía que estaría esperándome para una explicación, pero no, ella no está aquí, voy al vestidor y no está, recorro la habitación con la mirada y todo luce normal.

No sé por qué razón, me siento raro, tengo una sensación de inquietud, pero seguramente es por la resaca monumental que tengo.

Ayer, tan pronto me enteré de que Agatha regreso al país, cancelé todas mis juntas, solo para que Matt y yo nos pudiéramos reunir con ella e ir a cenar.

Ayer fue una noche loca como las que ya tenía 3 malditos años que no teníamos, realmente la extrañaba. Recuerdo la mayor parte de las cosas, solo que no sé ni cómo fue que llegue a casa.

Luego de alistarme para ir a la oficina, salgo camino al comedor, sé que se avecina un momento incómodo con Flor, porque seguramente ella está ahí.

Hasta ahora, lo único que se me ha ocurrido es hacer como si nada hubiese sucedido. Si ella quiere estar pegada a mí como sanguijuela, definitivamente la mandaré al demonio.

- ¡Buenos días, hijo! ¿Quieres que te sirva un poco de café? – dice Catalina, al verme llegar.

- ¡Buenos días, nana! ¡Sí, por favor! – digo mientras busco con la mirada a Flor.

Nuevamente, me llevo una sorpresa porque no hace acto de presencia, lo cual me comienza a inquietar. Ella es sumamente predecible y el que no lo sea, me pone nervioso.

- ¿Oye? ¿Has visto a Flor? –preguntó tratando de ocultar nerviosismo.

- Mmm… No, pensé que bajaría contigo a desayunar.

- No, ella no está en la habitación, desperté y no la vi, eso es raro en ella, ya sabes cómo le gusta fastidiarme. –digo girando los ojos.

Inmediatamente, veo cómo Catalina toma asiento a un lado de mí y comienza a hablar, aquí es cuando entiendo que definitivamente debí quedarme callado.

- Hijo… ¿No crees que has sido demasiado duro con ella? Sé que no la amas y, de verdad, que no entiendo por qué te casaste con ella, a ti nadie te dice que cosa hacer y que no, pero… Si ya lo hiciste, al menos deberías poner un poco de tu parte…

- ¡Nana…! Tú muy bien sabes la razón. De no casarme con ella, el abuelo jamás me habría dejado en paz y habría perdido mucho.

- Christian, hijo, te amo, pero no me gusta el estilo de vida que llevas, has continuado con tu vida como si fueras soltero y eso no es correcto, tú ya eres un hombre CA-SA-DO.

- ¡Fue un matrimonio arreglado y lo sabes! Ambos ganamos con eso, ella no perdió sus tierras y yo, yo no perdí la presidencia. – digo en un tono frío y queriendo cortar el tema de tajo.

Solo puedo ver cómo ella se levanta, mueve su cabeza en negación y se va para la cocina. Al menos, por esta vez, mi nana supo entender que no debía seguir insistiendo en meterme entre ceja y oreja a esa escuincla.

Luego de unos minutos, regresa con mi desayuno y me da mi Tablet, comienzo a revisar la página con las últimas noticias, tal como todos los días.

Al hacerlo, veo todo el maldito desastre que se estaba desarrollando desde anoche…

- Florecita se ha esmerado en ser una buena esposa, a pesar de ser joven y no conocer nada de ti, lo ha hecho bien y no merece lo que le haces.

Ayer me tocó ver su cara de decepción, cuando vio lo que precisamente estás viendo en este momento; además, tuvo que escuchar cómo es que nadie sabe que tú, su esposo, jamás ha hecho público que eres casado.

- ¿De qué rayos estás hablando? –digo intrigado.

- Revisa las publicaciones, ¿Acaso no eres tú el que sé comiendo a besos a tu “amiga” Agatha Jones? -dice Catalina, molesta.

- Bueno, salimos los Matt, ella y yo, eso no tiene nada de malo… Somos muy buenos amigos…

- ¡Si lo tiene! Es malo cuando de esa cena salen fotos como las que andan circulando por todos lados.

Flor y Agatha nunca se han llevado bien, es más, tu “amiga” nunca acepto tu matrimonio, tan es así que, tan pronto te casaste, ella se mudó a Miami. –dice y se muestra molesta.

- ¡Nana…!

- Si ya no quieres estar casado, sepárate de Flor, déjala ir, ella aún es muy joven, puede conseguirse a un buen muchacho, uno que realmente la ame… -dice mientras toma mi mano.

Catalina sabe que tiene poder sobre mí, ella prácticamente es como mi madre. Me ha cuidado desde que nací, ha estado conmigo en las buenas y malas, me conoce bien y sabe qué decirme para clavarme un puñal directo en el corazón.

- Hijo… Debes pensar en ti, en tu vida, en tu familia y, sobre todo, en cómo te ves a futuro. Ya es momento de echar raíces y comenzar una nueva etapa de tu vida.

Mientras mi nana, me regaña a su manera, no puedo quitarme la extraña sensación de inquietud con la que me desperté hoy.

He estado mirando la puerta, pero, por más que miro, ella no aparece. Flor, normalmente, se levanta temprano, sale a correr y regresa a preparar el desayuno. Hoy no ha sido así.

Ella siempre quiere desayunar conmigo, suele decirme qué hará durante el día, sabe que la ignoro, tiene claro que no me interesa su vida, sabe que todo esto es un maldito teatro, pero le gusta fingir que no lo es.

- Nana… ¿Qué hora es?

- Son las 7:00 am, ¿Qué sucede, hijo?

- ¿No se te hace raro que Flor no ha aparecido? –digo al ver que pasa el tiempo y ella no aparece.

- ¡Oh! Seguramente fue a correr, ya vez que le encanta mantenerse en forma. - dice con voz cantarina.

- ¿Puedes mandar a alguien a buscarla? Es extraño que ella no esté aquí, sabe bien a la hora que me voy y aún no llega. -digo poniendo cara de fastidio.

- Ya vez como sí, si la extrañas, yo creo que, en 3 años de convivencia, es imposible que no desarrolles un sentimiento por ella, más cuando es una buena chica.

- Nana, si he desarrollado un sentimiento y ese es de fastidio… Prácticamente, espero que mi abuelo se muera para divorciarme de ella.

- Christian Henri Walker White, ¿Cómo te atreves a decir semejante tontería?

Sé perfectamente que cuando me llama por mi nombre completo, es porque está furiosa y no quiero lidiar con alguien más fastidiándome el oído, por lo que inmediatamente me retracto.

- Perdón, Catalina, nana hermosa, pero tú me llevas a tal punto donde solo digo tonterías. Ahora, ¿Me harás caso y mandarás a buscar a mi mujer?

- Está bien, pero no creas que hemos terminado, Christian Walker.

Luego de ver que Catalina se levanta, continúo viendo el desastre que tengo que arreglar.

#ÚLTIMA HORA: El verdadero amor de Christian Walker ha regresado… # Agatha Jones ha regresado.

#Agatha Jones… ¿Habrá reconciliación?

#Christian Walker, el hombre más deseado de la ciudad… ¿Está casado?

# ¿Christian Walker está casado?

#NOTICIAS: Christian Walker ¿Casado? ¿Infiel? ¿Agatha Jones, la tercera en discordia?

Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, al mirar todas las fotos y videos que surgieron de la reunión de anoche. ¿Cómo demonios no lo vi? ¡Maldita sea!

Mi cabeza comenzó a dolerme más de lo que ya me dolía, sin pensarlo dos veces, inmediatamente llamó a Matt.

- ¿Has visto las noticias? –digo inmediatamente al escuchar a mi amigo responder.

- Sí, ya pedí que bajen todo lo que tenga que ver contigo, amenazando con que los demandaras por publicar cosas que no deberían ser del dominio público, pero esto salió anoche, ¿Sabes que les hemos dado tiempo para que se cuele hasta por debajo de la alfombra?

- ¿Cómo demonios no lo vimos? –digo evidentemente molesto.

- Chris, ¿Acaso recuerdas lo que sucedió?

- ¡NO! No muy bien

- Tú dijiste que no importaba, que esto llegaría a los ojos de Flor y serviría para reforzar que tú no la amas…

- ¿Sabes lo que va a suceder si mi abuelo se entera? –digo pensando en las consecuencias de toda esta maldita locura.

- Por esa razón estoy tratando de contener la noticia, aunque ayer estabas tan feliz con Agatha que no mostrabas interés por lo que pudiera suceder hoy.

- Señor… -Volteo y veo a uno de los trabajadores.

- ¡Matt, contén toda esta maldita noticia…! -digo y cuelgo.

- Dime…

- Ya fuimos a buscar a la señora por los alrededores, pero no hay rastro de ella… Aunque revisamos las cámaras de vigilancia y…

- ¡Hijo! Ya busqué a Florecita por toda la casa y no aparece… -dice Catalina con evidente preocupación en el rostro.

- ¡Mándenme el maldito video ahora…! -digo al ver la cara de todos.

Cuando comienzo a reproducir el video, siento como si una pesada loza cayera sobre mis hombros. Flor pasa rápidamente llevando una vieja maleta, ¡Maldita escuincla, se largó!

Sin pensarlo dos veces, llamo a Frank Rochester, mi mano derecha y muy amigo de mi abuelo.

- ¡Frank, mi mujer se ha fugado de la casa! Necesito que pongas a tus hombres a buscarla.

- Supongo que tiene que ver con lo que está en todos los medios… -dice el hombre en tono serio.

- Acabo de hablar con Matt y buscará la manera de que lo bajen de todas las malditas plataformas…

- Christian acabó de colgar con tu abuelo y no se escuchaba para nada contento.

- ¡Lo sé!

- Ayúdame y pon hombres a buscar a mi mujer… Ella salió de la casa a las 4:55 am… Te mando el video o, si necesitan más videos, pueden venir por ellos. Te veo en la oficina en 20 minutos.

- Hijo mío, trata de calmarte, tal vez todo esto es un malentendido, Florecita va a aparecer, debe estar molesta, pero ya tendrás tiempo de hablar con ella y explicarte. -dice Catalina tratando de defender a esa escuincla.

- ¡Gracias, nana! Pero es claro que "Florecita" a quien menos quiere ver en este momento es a mí. –digo luego de ver las publicaciones.

De entre todo lo que tengo que hacer, debo tratar de recordar lo que pasó hace unas horas, ya que tengo solo recuerdos borrosos de ella y yo… Teniendo sexo.

- Ya traté de marcarle, pero Flor dejó su móvil aquí. –dice Catalina y me entrega su teléfono.

Me sorprendo al ver el modelo, es un equipo viejo, no tiene nada de especial, incluso, la pantalla se encuentra estrellada.

- ¿Este es el móvil de Flor? –preguntó sorprendido.

- Sí, hijo… Este es su móvil, ¿Por qué la pregunta? -dice mi nana con duda.

- No, no, por nada…

Debe estar furiosa por todo lo que circula en todo internet, ya que bien sé que Flor odia a Agatha.

Sé que las fotografías son escandalosas y los videos aún más, pero ella no termina de comprender que, aquí, la única que está fuera de lugar es ella, Agatha es mi amiga de toda la vida y en algún momento pudimos haber terminado juntos.

Mi mujer tiene claro por qué nos casamos, mi mujer sabe que Agatha y yo tenemos una amistad de años, que incluso sabe que Agatha es, por mucho, más importante que ella.

Para mí, la amistad con Agatha vale más que mi matrimonio, pero no le entra en la cabeza por más veces que se lo he repetido.

No entiendo por qué el abuelo cambió mucho con Agatha, si ella, Matt y yo somos amigos prácticamente desde que estábamos en pañales.

Con la llegada de Flor a esta familia, mi abuelo se volvió más estricto, al grado que le pidió a Agatha llamara a mi mujer, señora Walker, él nunca le permitió tutearla.

Sé perfecto que el día en que mi abuelo me convenció de casarme con Flor, solo porque la chica le daba lástima, ese maldito día, vendí mi alma al diablo y, desde entonces, mi vida se ha convertido en un maldito infierno, uno en donde los dos estamos sufriendo.

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