Flor Pérez
Ha pasado un mes desde que dejé la mansión de los Walker y, con el pasar de los días, me fui dando cuenta de que, él jamás me buscaría.
Matías ha hecho lo posible por mantenerme oculta, pero no es como si los Walker, no tuvieran medios para poder localizarme.
“¿Para qué te engañas? Christian, jamás te buscaría, eso lo tenías claro desde un inicio”, dice aquella vocecita que suele susurrarme cosas que me niego a mencionar.
Ha sido un mes de bajas y altas, mis amigos, han sido pacientes, ya que, han estado ahí, cuando siento que el dolor me invade y lo dejo salir en llanto.
Trato de convencerme de que, puedo salir de esta maldita situación, lo hice cuando papá y mamá murieron, aprendí a vivir sin ellos, aprendí a no sentir tan dura su ausencia, fui fuerte a pesar de tener miedo.
Pude hacerlo y ellos eran mis padres, entonces, sé que puedo hacerlo nuevamente, debido a que, él solo fue alguien con quien nunca debí cruzarme.
Si lo pienso, no tengo nada bueno de él, todos los rec