El jet privado de Set Arslan aterrizó en Los Ángeles justo a tiempo. Su regreso de Dubai, con un nuevo acuerdo de miles de millones de dólares bajo el brazo, era la excusa perfecta para que Dilara organizara una cena de celebración. No era una simple fiesta; era una demostración de poder, control, y la inquebrantable unidad de la familia Arslan, a pesar de las grietas que Dilara acababa de sellar con su propia voluntad de hierro.
La mansión de Bel Air brillaba bajo la luz suave de los candelabros. El comedor estaba decorado con flores blancas y doradas, y la mesa, pulida hasta el brillo, reflejaba la vajilla de porcelana fina y la cristalería de Murano. .
Los invitados eran una mezcla cuidadosamente seleccionada. Además de Set y Dilara, estaban Horus y Senay, la pareja que era el centro no oficial de todos los intereses. También estaba Elif, la hermana de Senay, quien había sido invitada como parte de la estrategia de "integración familiar" que Dilara promovía públicamente. Nicolai se