El chirrido molesto del despertador interrumpió su tranquilo sueño, de un manotazo a ciegas lo apaga, da una vuelta en la cama para seguir durmiendo, pero rápidamente se incorpora al recordar que tenía cosas que hacer, cosas importantes le deparaban ese día. De un salto sale de la cama directo a la ducha, a los veinte minutos sale con una toalla blanca envolviendo su cuerpo y otra en la cabeza. Se viste sin darle mucha importancia a su aspecto, solo unos jeans oscuros, una camisa blanca, a fuera todavía llovía, por lo tanto, se calza unas botas con tacos y toma un tapado para cuando tenga que salir. Camina hacia la puerta anexa a la suya, da dos golpecitos y al recibir la respuesta se adentra en la habitación.
—Buen día —saluda Sofi sonriendo.
—Buen día —responde un Mateo somnoliento. Esto la hace sonreír aún más.
—Vamos a desayunar y después iremos a que conozcas la empresa de mi padre —le insta, Mateo asiente y salen juntos de la habitación hacia el comedor donde ya se encontraba la