Italia…
Italia lo recibió con una honorable lluvia. Cosa que hacía peor a sus sentimientos. La lluvia, la hora, el lugar, el estar tan lejos de casa, el estar solo, el saber el porqué de ese viaje, no le ayudaban de mucho. Pero tenía que sacar valor y continuar hasta concluir con su cometido. Inspirando profundamente, comenzó a caminar para retirar sus maletas, luego caminó a paso lento y firme hacia la salida del aeropuerto en busca de un taxi que lo llevara al hotel, en el cual Gaby le había reservado una habitación. Una vez afuera, buscó un taxi para que lo llevara a su destino. Con la mirada perdida en las calles de Milán, viendo sin ver el aguacero que caía en la ciudad; se encontraba ensimismado en sus recuerdos y en todo lo que le habían contado con respecto a Sofi y, por supuesto en todo lo que le faltaba saber con respecto a ella. Al llegar al hotel bajó del taxi con su maleta en mano y corrió dentro del establecimiento para tratar de esquivar lo mejor posible la lluvia. Se a