Capítulo 167

Alex solo le da un poco de esa excitación que siempre surge entre ellos y se aleja sin dejar de moverse al ritmo de la sensual música. Ella lo mira atentamente ahora su color rojo furioso no era de enfado si no de lujuria y Alex sabía bien como seguir con el juego y como llevarla hasta donde él quería sin darle la oportunidad de pensar en donde estaban, solo la tenía dependiendo de un hilo haciéndola sostenerse en el presente y en él. Era así como debía que ser.

De repente ya no estaban solos en el escenario, junto a ellos estaba a su izquierda Sole sentada de igual forma que ella y Erik sonriéndole con dulzura mientras se desvestía frente a unos grandes ojos avellanas. A su derecha estaba Sofi, también atada como ellas, rojísima de vergüenza y grandes y brillantes ojos verdes viendo como Ian se desviste casi por encima de ella sin dejar de bailar, mostrando lo azul de sus ojos como se volvían más oscuros y una sonrisa maliciosa se dibujaba en su rostro.

Ninguna de las tres mujeres daba crédito a lo que estaba pasando, lo esperaban de Gaby, no de sus hombres. No obstante, Gaby no estaba en el escenario medio desnuda sobre ellas, él estaba sentado muriéndose de risa junto a Tony en la mesa donde ellas habían estado minutos antes.

—Apuesto que esta es otra fantasía que me va a encantar hacer realidad para ti —murmura Ian sobre el oído de Sofi y luego le muerde el lóbulo provocando que la piel de ella se erice ante su toque y su clara intención de darle vida a otra fantasía de ella que estaba segura que no tenía ni idea que la tenía hasta que Ian tocó su cuello con las yemas de sus dedos y la hizo estremecerse.

Todo el lugar estaba enloquecido, vitoreo y gritos de las mujeres que ávidamente estaban envidiando muy mal a las tres mujeres sobre el escenario. Esas tres mujeres eran a lo único que esos tres dioses griegos estaban prestando toda su atención. Con claridad, las demás mujeres abajo tenían una vista impresionante de esos culos duros y de diferentes tonalidades, pero morían por estar en el lugar de Lina, Sofi y Sole.

Esos hombres las tocaban, le bailaban, se movían sobre ellas como si de verdad estarían haciendo el amor. Ellos hacia lo que querían con ellas y ellas no podían objetar nada, estaban por completo a la merced de sus hombres.

—Erik, me veo muy gorda embarazada y dentro de este vestido como para que toda esa gente ahí abajo este viendo este espectáculo —habla Sole cuando Erik se encontraba detrás de ella poniendo sus manos por su clavícula. Él le levanta el rostro tirando ligeramente su cabeza hacia atrás para que pudiera mirarlo directo a sus ojos.

—Eres la mujer más hermosa de todo el lugar y la madre de mi hijo —Entrelaza sus ojos con los de ella para que sintiera el peso de sus palabras—. Acostúmbrate.

Sole abre la boca para objetar, pero Erik se apresura y la hace callar con un beso abrazador. Las mujeres ante ese acto comienzan a gritar de nuevo y más fuerte, hasta casi perder sus cuerdas vocales al pedirle en gritos que la besara a ellas de esa manera. Pero Erik no las escuchaba, solo escuchaba los gemidos que hacia su mujer dentro de su boca. Y por supuesto que Sole tampoco escuchaba, solo podía escuchar los latidos de su corazón retumbar cada vez más fuerte y hasta podía sentir como se hacía líquido bajo el tacto de su hombre. Estaba cada vez caliente, más húmeda. Tan húmedo que pensaba que estaba orinándose sin poder contenerse.

—¿Orinándome?

Su mente se congeló ante ese pensamiento. No podía ser, todavía no era tiempo, quedaban unas tres semanas más, no era el momento. Concentre su cabeza a lo que pasaba entre sus piernas y sí, en efecto, el líquido caliente podía sentirse. Podía sentir como su vestido se mojaba de una forma muy drástica. Se separa con brusquedad del beso de Erik y éste frunce el ceño al ver como ella lo dejaba en medio del beso.

—Rompí bolsa —exclama casi sin voz —Erik la mira con confusión y profundiza el ceño—. Rompí bolsa —chilla demasiado fuerte haciendo que el par de parejas a su lado la miren asombrados—. Desátame, Erik, no voy a tener a mi hijo en un maldito club nudista —eso hace reaccionar a Erik y se apresura a desatarla.

—M****a —chilla Lina—. M****a, m****a. Alex que te pario desátame hay que sacarla de aquí.

Alex la desata con rapidez e Ian hace lo mismo con Sofi. Todos se pusieron sobre Sole para ver cómo estaba.

— ¿Cómo estás? —pregunta Ian con una mezcla de miedo y preocupación.

—Estoy en parto, idiota —Sole estaba perdiendo los estribos. No sentía dolor, pero sentía que su hijo venia y todavía seguía arriba del escenario de un club de strippers—. Por tu bien, quiero que tapes eso duro culo tuyo antes de llegar al hospital —le advierte a ella y se levanta de la silla.

—No te levantes —Erik la toma de la muñeca y la obliga a sentarse de nuevo.

—¿Qué ocurre?

Gaby y Tony se materializan al lado de Alex y miran a Sole que estaba muy enfadada.

—Rompió bolsa —le hace saber Ian, al tiempo que se ponía los pantalones. Gaby lo mira dudando de lo que le estaba diciendo y observa como los otros hombres estaban peleando por ponerse pantalones.

—Vamos —la i***a Gaby a levantarse y la toma en brazos para llevarla fuera del club—. Vístanse yo la llevo —mira con dureza a Erik—. Más vale que llegues antes que dé a luz —con esa advertencia baja de un salto del escenario con Sole en sus brazos y se abre paso entre la multitud femenina para salir del lugar. Sabía que no le iba a gustar nada que su hijo naciera en un lugar como ese y menos le iba a gustar si Erik no llegaba a presenciar el parto, por lo que su meta era sacarla de ese lugar lo antes posible y llevarla a un hospital. Al llegar a su camioneta, nota que no estaban solos y mira a Erik, con la camisa de piloto sin abrochar, con los pantalones y descalzo, que estaba abriéndole la puerta trasera para colocar a Sole.

—Yo voy atrás con ella —le indica Erik y Gaby asiente corriendo hasta el volante.

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP