Luego de ir a la estación a conocer un caso que les había comandado Esposito respecto a unos asesinatos que tenían relación con el síndrome Renfield, un caso que le dio bastante material a Gaby para meterse con Noe, ya que se trataba de un ritual de personas que se creían vampiros, Ian hace su camino hacia el resto en busca de Sofi. Desde que Mateo había llegado a sus vidas, él ya casi no estaba en su casa, más que para ducharse y cambiarse de ropa. Con ellos se comportaba de una manera diferente, se comportaba de tal forma como jamás lo había hecho con otra mujer, pero Sofi tenía un, no sé qué, que a él lo podía más de lo que quería reconocer.
Ella lo esperaba en la puerta, ya lista para ir a casa. Su sonrisa se hace más grande al verlo llegar y por instinto, se apresura al auto. Él también sonríe al mirarla tan hermosa con un simple vestido de tiras de color azul que hacía resaltar su piel bronceada bajo la luz del sol, porque, a pesar de ser los ocho de la “noche”, en Argentina est