Capítulo 53

—Bueno, si es el tan esperado Mateo —exclama Sole caminando hacia ellos—. No mires mi estómago y nos vamos a llevar muy bien.

—No lo haré.

—Bien, ahora dame un abrazo antes que la barriga se interponga más —demanda para luego llevárselo contra ella.

—Bueno, si es más conocido que Justin Bieber —canturrea Gaby sumándose a la reunión alrededor del niño.

—No lo comparo con Justin Bieber, por favor —pide Sofi.

— ¿Cómo estás? Soy Gaby —Lo saluda con ese complicado saludo que se dan los chicos. Ian los mira riendo y divertido al ver como Gaby se comporta como si tuviera la edad del niño y el chico como si tuviera la edad de Gaby, y lo bien que siguió el saludo complicado de su amigo—. Otro que nos va a robar a nuestras mujeres —expresa con pena fingida.

—No le hagas caso a Gaby, nosotros lo hacemos. Soy Erik —Le estrecha la mano al niño—. Soy el esposo de Fiona —le habla en voz baja señalando a Sole y Mateo se ríe ante el comentario.

—Mateo. Un gusto.

—Ya sabemos quién eres —le palmea Gaby el hombro.

Luego de las presentaciones, se acomodan para almorzar y charlar respecto al nuevo integrante de la familia.

—Hasta que llegó el niño bonito—exclama Ian observando a Alex ya Aye conforme se acercaban a ellos—. Hola, pequeña bandida.

—Hola, pequeño grandulón —se burla ella.

La niña camina hacia su madre y luego de saludarla con dos besos, se dirige hacia Gaby.

—Hola, mi princesa —saluda, mientras la sienta en su regazo.

—Aye, hay más sillas —reprende Lina.

—Yo la quiero aquí —esboza el morocho haciendo que Lina ya no pueda decir más nada.

Mateo la mira atento preguntándose cuántos años tenía, parecía ser muy pequeña, tener unos cinco años o menos, su estatura era baja, estaba seguro que, le llegaba a los hombros, bueno, él era muy alto para su edad, pero hablaba demasiado y muy bien para ser muy chica.

—Tú debes ser Mateo.

Él se encontró con que ella lo miraba fijo a los ojos y lo señalaba con el dedo.

—Sí, niña. Soy Mateo.

Ante la forma de llamarla “niña”, Aye entrecierra los ojos fijando la vista en él. Mateo se encuentra desiluminado por la intensidad de aquella mirada verde.

— ¿Cuántos años tienes? —pregunta la niña de mala manera.

—Aye —advierte su madre.

—Nueve —responde sin amilanarse—. ¿Y tú? ¿Cuatro? —pregunta sabiendo que la estaba haciendo enfadar.

 —Tengo siete, no soy una niña. Así que no me llames más así.

Por los ojos de Aye salen chispas ardientes de rabia, no le gusta que la traten como a una bebé y un desconocido no la iba a llamar así.

Gaby se carcajea al ver la cara de incredibilidad de Mateo.

—No le gusta que le digan niña. ¿Qué tal si empiezan de nuevo? —siguiere el morocho.

—Bien —suspira Aye sin poder ir en contra de su tío—. Soy Ayelén, un gusto —dice tendiéndole la mano.

—Un gusto, Ayelén —corresponde Mateo asombrado y sonriendo por aquel comportamiento.

—Puedes decirme Aye —Se eleva de hombros—. Es más cómodo.

—Está bien. Con gusto, sí.

—No cabe duda de quién es hija —se burla Ian provocando que Lina le lance con una servilleta que solo logra hacerlo reír más.

—Yo soy Alex —interviene con el percance el recién llegado—. Es muy agradable que al fin estés con nosotros, Mateo.

—Bueno —Sole llama la atención de todos conforme empuja un carrito—, como Sofi nos dijo que te gusta la pizza…

—Como las tortugas ninjas —suelta Aye ganándose una mirada fugaz por parte del aludido.

—Como decía —habla la pelirroja observando a la niña para que no dijera nada más—, hicimos una gran variedad de pizzas y la mayoría napolitanas que son tus favoritas.

—Te ayudo —habla Erik y se levanta, junto con Tony, para socorrerla.

—Oye, pequeña bandida —habla el rubio—. ¿Estás preparado para perder hoy?

—¿Estás preparado para que no te deje ganar hoy? —refuta cruzándose de brazos.

— ¿Cómo le haces primos? —suspira con exageración.

—Yo sé jugar —le responde Alex riendo.

—No me refiero a eso.

—Lo sé, pero tengo a mi mujer al lado.

—Algún día te devolverán la tarjeta de hombre? —se mofa divertido.

—¿A que juegan? —interviene Mateo.

—Al Need for speed —responde Sí.

—Carreras? —pregunta con un poco de asombro.

—Sí. ¿Sabes jugar?

—Obvio que sí —contesta con supremacía y Aye rueda los ojos.

—Genial, ya tenemos otro corredor —exclama Ian, contento al ver que puede tener algo en común con el chico.

—Y uno muy bueno —entona el niño con arrogancia.

—Ya veremos —masculla Aye.

—¿Qué le pasa a la princesita hoy? —pregunta Gaby haciéndole cosquillas para que deje de ser tan mala con el chico y sea la adorable niña que él conoce.

—Basta —chilla, carcajeándose—. Por favor, tío, basta.

Mateo observaba con recelo como el hombre que parecía rudo jugaba con la niña y como la risa de ella retumbaba por todo el lugar.

Luego del almuerzo y de la enorme torta de Formula1 que preparó Sole, se fueron a la casa de Lina a jugar a los vídeos juegos en donde Aye y Mateo se confrontaron en tres carreras para ver quién era el mejor.

Antes de que se fuera de su casa, Lina abraza a Gaby.

—Gracias —le susurra—. Mantuviste a la pequeña demoníaca tranquila. Te amo.

—Sé que me amas —se burla el morocho—, aunque te acuestes con el gringo.

—Idiota —ríe ella.

—Cuídate —dice para luego besarle la frente y salir de la casa.

 —Gracias por todo, Li —dice Sofi abrazándola.

—No hay nada que agradecer —responde para después mirar a Mateo—. Espero que vengan seguido a visitarnos.

—Sí, seguro —asiente con sus ojos brillando de felicidad.

Lina se acerca a él con cautela.

—¿Puedo? —articulando estirando los brazos. Mateo asiente en silencio y ella lo rodea con sus brazos—. Me gustó mucho tenerlos en mi casa, espero que vengan seguido y disculpe a mi hija, siempre fue ella sola —murmura solo para él.

—No pasa nada, no es tan mala la enana —entona con diversión.

—Shuu —lo calla poniendo su dedo índice en su boca y con los ojos abiertos—. Que no escuche que le dices enana —Ambos ríen y se vuelven a abrazar.

Mateo iba a dormir por primera vez en su nuevo hogar.

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP