Capítulo 82. Cadenas invisibles
Silencio…
El aire se volvió denso y sofocante.
Los ojos de Bianca brillaban con una determinación férrea. Estaba feliz de que Irina los hubiera visto. Los ojos de Alex expresaban sorpresa y tensión.
Irina sintió cómo el peso de la situación se hacía insoportable. Por un instante, sus ojos encontraron los de Alex, pero no había preguntas en ellos, ni reproches. Solo la fría confirmación de algo que ya sabía.
Alex, aun sujetando a Bianca por la cintura, aflojó el agarre. Sin dejar de ver los ojos de Irina, buscó en su rostro alguna pista sobre lo que estaba sintiendo. Pero ella no dio ninguna.
La tensión en el aire era sofocante, aunque solo fueron unos cuantos segundos.
Irina tragó grueso y bajó la mirada, su voz apenas fue un susurro:
—Perdón… Regresaré luego con el medicamento de la señora Bianca.
Sin esperar respuesta, giró sobre sus talones y salió de la habitación.
El sonido de la puerta cerrándose resonó como un golpe seco en la habitación. Bianca exhal