Capítulo 9. La boda sin bendiciones
La ceremonia fue impecable. Fría. Silenciosa.
Cada palabra, cada paso, cada símbolo del ritual entre Devon, Alfa de la manada Blacknight, y Alina, nieta del antiguo líder de Moonlight, se cumplió como estaba estipulado en el tratado. Y, sin embargo, no hubo celebración. Nadie sonrió. Nadie brindó. Nadie bailó.
Los soldados observaron con rostros duros. Algunos miembros del consejo murmuraban entre ellos, y los más ancianos no pudieron ocultar el dolor en sus ojos. La unión entre los descendientes de los que una vez fueron amigos parecía una burla.
Devon lo sentía. Cada mirada, cada suspiro contenido era un puñal. Pero el más doloroso fue cuando alzó la vista y vio, entre la multitud, los rostros ausentes de quienes no habían sobrevivido al ataque de Darkfang.
Su padre. Su hermana. Su abuelo. Su nana. Todos ellos... muertos hacía quince años.
Alina, de pie junto a él, notaba también la tensión. Las manos le temblaban bajo las mangas del vestido ceremonial. Estaba sola excepto por