Capítulo 22. Ecos de una traición
Habían logrado contener el ataque externo, pero las traiciones internas eran otra cosa.
Unos días después, la calma del amanecer no alcanzaba para apaciguar el tumulto que crecía en el corazón del campamento Darknight a partir de un rumor que se esparcía como el fuego. Entre susurros y miradas esquivas, se había esparcido una bruma sutil pero penetrante: las dudas.
Soriana caminaba entre los miembros de la manada con una sonrisa amable, sus palabras parecían inocentes, pero cada frase llevaba la semilla de la inquietud.
—¿Saben lo de esa carta de la hermana de Alina? Ella es una Moonlight, es obvio que hará todo lo posible para traicionarnos —murmuraba con voz baja, apenas un susurro—. No sabemos ni cómo ni cuando pero eventualmente lo hará.
Los guerreros intercambiaban miradas preocupadas. Algunos recordaban viejas rencillas entre las manadas, la traición de Moonlight hacía años. La sombra de la desconfianza comenzaba a teñir el ánimo de los más fieles a Darknight.
Mientras tanto, De