Maxence no lo pensó mucho y terminó manejando directamente al Jardín del Palacio.Clarissa se sentó en una mesa junto a la ventana, en una cafetería justo enfrente del lugar. Desde ahí podía ver la entrada sin problema. Pidió un café negro, y como Maxence era fan del dulce, se pidió cinco mini postres. Clarissa no pudo evitar mirarlo un poco más de lo normal.—Maxence, ¿te gustan tanto los dulces y aun así estás todo flaco? — dijo, medio en broma.Ese tipo de metabolismo daba envidia.Maxence le dio una mordida a la golosina en su mano y sonrió.—Hago ejercicio en las noches. No siempre como dulces, solo de vez en cuando me doy el gustito.Hacer ejercicio solo para poder comer postres… eso sí que es amor por el azúcar.Clarissa revisó la hora y sintió que ya era momento. Pagó la cuenta, salió y se quedó esperando en la acera frente a el Jardín del Palacio.El viento cálido de verano le rozaba los oídos, mientras las luces de la calle brillaban fuerte. Los edificios alrededor también es
Salvatore estaba muy ansioso, preocupado de que no estuviera cumpliendo bien con su trabajo, así que, con cierta duda, llamó a Giovanni:—Jefe, ¿dónde se metió? ¿Por qué no está el carro en ningún lado?Giovanni iba tranquilo, sin una gota de prisa.—Si te sientes mal, descansa. Y si te empeoras, ve al hospital. No te preocupes por mí.Dicho eso, colgó sin más.Salvatore se quedó mirando el teléfono como si se le fuera a desarmar en la mano. ¿Se había roto? ¿Qué quiso decir Giovanni?Se le hizo un nudo en la garganta, así que para estar seguro, llamó a Maxence.—¿Qué quiso decir el jefe con eso? — empezó, buscando ayuda.Maxence, que estaba sentado en una cafetería comiendo un postre, suspiró de fastidio al escucharlo.—¿Eres tonto o qué? ¿No te das cuenta de que está con su esposa?—¿Qué haces metiéndote en su carro cuando se van juntos?—Si nunca has tenido una pareja, al menos habrás visto una novela, ¿no? ¡Te ves como un solterón sin experiencia en la vida!Salvatore se quedó calla
Giovanni asintió y empezó a tomar la sopa con calma.Después de varios sorbos, se detuvo, levantó la vista y sonrió. Esa sonrisa llevaba algo de burla:—¿Sabes que cuando viniste a buscarme me sentí como ese tipo de esposo al que la esposa tiene controlado?Clarissa se puso roja de inmediato, bajó la mirada y murmuró:—Eso no era lo que quería dar a entender.—Y si sí lo era, no pasa nada — dijo Giovanni, ya con el tazón vacío, pero con una mirada dulce y una sonrisa tranquila.—En realidad, yo debería ser tu esposo, al que lo tienen dominado.Clarissa escuchó eso y sintió que su corazón se le apaciguaba. Cuando levantó la mirada para verlo, encontró ese brillo cálido en sus ojos.Durante los tres años que estuvo con Luca, más de una vez le había escuchado decir:—Clarissa, te casaste conmigo, así que haz lo que yo diga.Hasta Caterina le repetía que ahora que era parte de la familia Ferrucho, tenía que seguir todas sus reglas.Pero Giovanni era distinto.Él decía que era ella quien de
Ya entrada la medianoche. Clarissa estaba sentada en la sala de descanso, viendo las fotos de Luca besándose con otra mujer. Las fotos fueron tomadas con una cámara oculta, pero captó todo con claridad. A través de la ventana del carro, se podía ver toda la pasión que se había desatado entre los dos. La marca en la cara de Luca y el tatuaje de copos de nieve en el hombro de la mujer se podían distinguir perfectamente. Clarissa sonrió de la ironía, tiró la foto al tarro de basura sin pensarlo, mientras sentía un cansancio enorme. —¿De verdad, es necesario el tatuaje? —Señora, esto es lo que su esposo exige. El tatuador ya la está esperando. Solo si usted se hace el mismo tatuaje que la señorita Giulia, podremos aclarar los rumores de anoche. Claro, si no lo hace, puede que no pueda pagar el tratamiento médico de su hermano mañana. El secretario hablaba con un tono despectivo, sin mostrar ningún respeto. Parecía que ella, la esposa de Luca solo de nombre, no era más que u
Al otro lado del teléfono, el tipo parecía un poco sorprendido. Después de un momento, la voz de Giovanni continuó lentamente:—Ok. Pero, señorita Clarissa, mi abuela ya es bastante mayor y temo no poder darle mucho tiempo... —hizo una pausa—. Lo máximo que puedo ofrecerle son quince días. Espero que pueda irse de la familia Ferrucho. Incluyendo divorciarse de su esposo.Su tono era suave, pero firme. Clarissa no rechazó la propuesta. Tocó el anillo de matrimonio en su dedo y respondió lentamente:—Está bien.Cinco años. Después del incidente de Sofía, Luca la odiaba, aun así, se habían casado. Ella estuvo atrapada en la familia Ferrucho durante cinco años. Ahora, ya era hora de irse.Antes de salir de la sala de descanso, recogió sus cosas y volvió a ser esa señora Ferrucho elegante y refinada, como siempre. Cuando llegó a la casa matrimonial, Luca no estaba. Clarissa organizó rápidamente sus pertenencias y después de un rato, su celular sonó. Era un mensaje de Giulia. Era una foto.
Clarissa no mostró la más mínima emoción en su corazón.Durante esos cinco años, Caterina se preocupó por que ella se cuidara, pero, aun así, no pudo quedarse embarazada.Caterina no es que no hubiera tenido quejas.En ese entonces, siempre pensó que ella y Luca tendrían la oportunidad de volver a lo de antes, y nunca mencionó lo que había pasado entre ellos a la familia Ferrucho.Dejó que Caterina se quejara, mientras ella se bebía todas las infusiones medicinales por cinco años.Pero, ahora, ya no tenía necesidad de seguir fingiendo.Caterina se sorprendió, pero rápidamente reaccionó. Estos años, su hijo había estado trayendo mujeres a casa sin pizca de vergüenza, y no debería ser un problema suyo. La única explicación era que, entre ellos, nunca había tenido una relación.Enrico, padre de Luca, de repente, pareció molestarse y dijo:—Luca, ven a mi estudio en un rato.Luca casi se echó a reír de la ira.No había esperado que Clarissa dijera los asuntos privados de ambos frente a la
— Él de ninguna manera romperá su promesa. Clarissa no conoce bien a Giovanni, pero sin razón alguna, siente una extraña tranquilidad con él. Tal vez, el poder inspira confianza. Y el poder de Giovanni le da la seguridad de confiar. — Pues eso está bien. El desarrollo del resort se detuvo porque se nos fue el tío Conti, pero que lo tomes tú está bien. Sin embargo, aunque ya tengas el terreno, el dinero seguirá siendo un gran problema. Además, Clarissa, hace muchos años que no trabajas en este sector... El desarrollo del resort fue una idea del padre de Clarissa, liderado por el Grupo Financiero Conti. Después, el Grupo Financiero Conti quebró y este terreno, hasta hace poco, se convirtió en algo muy deseado. Durante estos cinco años, por culpa de Luca, Clarissa no tuvo oportunidad de hacer nada de trabajo, dedicándose completamente a ser su esposa, aunque, en secreto, siempre estuvo pensando en el sueño de su padre. Por eso, cuando Giovanni sugirió una colaboración, lo pr
Con el sonido del agua, los metiches fueron a ver qué estaba pasando.Al ver tanta gente, Vittoria no pudo evitar soltar una palabrota.Había gente por toda la fiesta. Luca también notó el alboroto y corrió hacia la piscina para sacar del agua a Giulia y también Clarissa.Tras salir del agua, Giulia estaba toda mojada, desmaquillada y con el pelo alborotado. Se mordía el labio pálido y temblorosa mientras se apoyaba en el pecho de Luca.—Luca, por favor no culpes a Clarissa, ella no me empujó al agua a propósito…Las gotas de agua resbalaban por su cabello, dándole un aire de pobrecita.Por el contrario, Clarissa, tras recibir la toalla de Vittoria, tranquilamente se secó. Luca le puso su chaqueta a Giulia y miró de manera casi fulminante a Clarissa: —¿Entonces fuiste tú?Ese tonito ya ella lo había escuchado exactamente hace cinco años.Clarissa levantó la mirada con calma, pero su expresión de calma solo consiguió sacarle más la rabia aún más a Luca.—Clarissa, hace exactamente cin