Capítulo138
Maxence no lo pensó mucho y terminó manejando directamente al Jardín del Palacio.

Clarissa se sentó en una mesa junto a la ventana, en una cafetería justo enfrente del lugar. Desde ahí podía ver la entrada sin problema. Pidió un café negro, y como Maxence era fan del dulce, se pidió cinco mini postres. Clarissa no pudo evitar mirarlo un poco más de lo normal.

—Maxence, ¿te gustan tanto los dulces y aun así estás todo flaco? — dijo, medio en broma.

Ese tipo de metabolismo daba envidia.

Maxence le dio una mordida a la golosina en su mano y sonrió.

—Hago ejercicio en las noches. No siempre como dulces, solo de vez en cuando me doy el gustito.

Hacer ejercicio solo para poder comer postres… eso sí que es amor por el azúcar.

Clarissa revisó la hora y sintió que ya era momento. Pagó la cuenta, salió y se quedó esperando en la acera frente a el Jardín del Palacio.

El viento cálido de verano le rozaba los oídos, mientras las luces de la calle brillaban fuerte. Los edificios alrededor también es
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