Demian salió de casa, estaba dispuesto junto a Cedric a buscar al señor K, había dejado los guardias esperando en casa, pero jamás creyó que ese hombre se presentaría ahí.
Llamaron a la puerta, el empleado abrió.
—Busco al señor House.
—salió hace un momento, pero ¿quiere que lo reciba la señora House?
El hombre parecía visiblemente sorprendido.
—¿Señora House? —exclamó con algo de burla—. Sí, claro, ¿Por qué no? —dijo
El hombre fue a buscarla.
El señor K mirò los cuadros en las paredes, eran bonitos, la casa tenía una pinta muy primaveral.
—Buenos días, ¿en qué puedo servirle?
El señor K mirò a la joven ante él, sus ojos se abrieron grandes, perdió la respiración, a punto estuvo de caer, pero el empleado y Liliana ayudaron al hombre.
—¿Qué le pasa, señor?
—¡Creo que le dará un ataque, señora!
—¡Llevémoslo a la sala! —ordenó Liliana.
Sentaron al hombre que se veía tan sofocado, Liliana le abrió los primeros botones de la camisa, necesitaba que respirara.
—¿Llamo al médico