—¡Te llevaré con Liliana! Pero, ¡no me mates! —exclamó Alana
Tessa le miró incrédula.
—¡No! —gritó Tessa.
Alana manejó, sabía que si se detenía ese hombre iba a matarla, tuvo mucho miedo.
—¡Usted sabía que Demian mató a mi padre! ¿Lo calló?
Tessa le miró asustada, negó.
—¡Él no hizo eso!
—¡Claro que sí! Ahora lo mataré, y me llevaré a mi Liliana conmigo.
Alana no pudo decir nada, tenía pavor.
Tessa sollozó, estaban camino a la mansión Vicent.
Liliana estaba en la habitación, estaba agotada, Demian estaba ahí, cuidándola.
Marina entró y los vio.
—Llevaré a las niñas a la fiesta de su amigo, será en un jardín cercano, ¿puedo llevar también a Carlitos? También llevaré a Diego.
—Vale, gracias, Marina —dijo Demian.
Ella sonrió.
Fue con los niños y el chofer, envió un mensaje a Demetrius diciéndole que iría a la fiesta.
Demetrius llegó solo unos minutos después, entró en la casa.
Cuando llegaron a la mansión no encontraron problemas en entrar.
—Si dices una sola palabra, vo