Mundo ficciónIniciar sesiónMarco llegó el sábado después del almuerzo, con su habitual aspecto de búho encandilado que sólo se le pasaba cuando caía el sol, y se sumó a la tarea de empapelar el estudio mientras él y Dylan hablaban de trabajo. Y tuve que obligarme a quitarle las comillas a trabajo, porque al parecer lo del canal de YouTube era más serio de lo que creía.
Para mi sorpresa, discutían la posibilidad de que Dylan empezara su propio podcast en vivo para sumar a sus videos, y que Marco se encargara de la producción.
Marco se quedó a cenar, y cuando supo que nos proponíamos ir a un bar, se sumó sin vacilar. Y Dylan se lo permitió sin vacilar. Los dos todavía teníamos la licencia de conducir suspendida, y Marco nos evitaría depender de Uber, que los sábados a la noche podía tener hasta una hora de espera en esa zona. Así que pasamos la s







