Mundo ficciónIniciar sesión—¿Qué te hiciste en la cabeza?
Dylan seguía durmiendo cuando volví a casa, de modo que tomé una decisión política: moví todas sus cosas, incluyendo la basura de la noche anterior, a la sala con el resto del lío, y me entretuve ordenando la cocina y el comedor. No que mi idea del fin de semana ideal fuera pasarla fregando, pero quería un espacio limpio donde pudiera moverme sin tropezarme a cada paso, y que no fuera el baño.
El bello durmiente reaccionó pasado el mediodía. Llegó arrastrando los pies a apoyarse en la barra a mis espaldas, y sus primeras palabras en un murmullo enronquecido fueron para reclamar explicaciones por mi cambio de apariencia.
Lo miré por sobre mi hombro sin molestarme, porque había esperado una reacción así. Al fin y al cabo, era la primera vez en mi vida que me teñía el pelo, o que me lo corta







