Mundo ficciónIniciar sesiónHubiera deseado que el tiempo se detuviera, pero se negó a darme gusto.
No tuve más alternativa que regresar con Bill y hacer cuanto estaba a mi alcance para actuar tan normal como fuera posible. Y escribirle a Dylan para avisarle que no me esperara para cenar, porque llegaría tarde. No le dije por qué, y por suerte tampoco preguntó.
Cuando terminó mi turno regresé al baño y me demoré allí varios minutos, porque no quería que nadie de mi sección me viera subir las escaleras. Mi estómago comenzó con sus retorcijones tan pronto me dirigí al tercer piso, aunque en esta ocasión, más que miedo era una mezcla de impotencia y rabia que se traducía en un ardor en mis tripas.
Sabía, o tenía una idea clara, de lo que me esperaba en esa sala de reuniones, tal como sabía que no tenía forma de evitarlo. De modo que só







