¿Hermano? O sea que esté sujeto es el hermano de Mikael.
Carlo tomó a Emma y la escondió detrás de el, el tipo no dejaba de verla y no me gustaba.
—Recibí una llamada de que estabas aquí —el sonrió—, quería venir a verte hermano.
—¿Que quieres Anton? —Mika parecía nervioso.
—Nada, solo darte una advertencia, tienes tres días para salir de Rusia —le apuntó con el arma a Mika—, si no estás fuera de aquí para entonces, me llevaré a tu hermosa novia y los asesinaré a los tres.
—Me iré de aquí —habló Mika molesto— ¿Crees que quiero seguir en este sitio? —negó—, si estoy aquí es porque ustedes, hijos de puta, me dispararon.
—Me importa una m****a Mikael, tienes una sola advertencia —nos miró—, y esa va para ustedes también.
El salió de la habitación junto con sus hombres y Mika respiró aliviado, Carlo abrazó a Emma ya que ella estaba temblando un poco.
—Axel, lleva a Emma al hotel —asentí—. Carlo se quedará conmigo por hoy, en mi bolso está una libreta con varios nombres, vas a llamar a Aleksei Trastov, le dirás que prepare el avión para mañana en la tarde, a penas salga de aquí, nos iremos.
—Esta bien —tomé el bolso y busqué la libreta, la metí en el bolso de Emma.
—Cariño, ve con Axel y prepara las maletas ¿Si? —Carlo le tomó las mejillas.
—Esta bien -miró a Mika- ¿Estás bien?
—Estoy bien —sonrió—, por favor ve al hotel, quiero que descanses un poco, estaremos bien.
Ella besó a Carlo y después a Mika, le tomé la mano y salimos de la habitación rumbo al auto, pero en la salida del hospital vimos a la doctora Anastasia hablar con el hermano de Mika, ella le sonreía mientras el le coqueteaba.
Emma se zafó de mi mano y fue hasta ella para estamparle una bofetada.
—¡Maldita bruja! —le gritó— ¡Fuiste tu quien llamó para que molestaran a Mika!
—Niña estúpida -la mujer se levantó y fue con la intención de regresarle la bofetada a Emma, pero ella la empujó y esta cayó al suelo.
—Eres de lo peor —la señaló.
—Estas dolida porque Mika fue primero mío —rió.
Emma rió —¿Crees que eso me afecta? Estás equivocada, desde hace tres malditos días estás provocándome haciendo comentarios estúpidos sobre tu relación pasada con Mika, no seas infantil ¡Supéralo! Tu —la señaló—, es la que está dolida porque conmigo Mika si es fiel y solo está conmigo.
—Mikael va a desecharte cómo lo hace con todas las mujeres —sonrió de lado—, no te sientas especial, lo conozco mejor que tú.
—¿Y piensas que caeré en eso? —bufó— no seas estúpida.
—Claro, que se puede esperar de una chiquilla como tú, que anda con tres hombres a la vez —dijo con asco.
El hermano de Mika miraba todo mientras se reía, mientras que yo trataba de calmar a Emma.
—No es tu maldito problema —masculló molesta—, zorra.
—Emma, cielo, cálmate —le tomé la mano—, vámonos.
Nos íbamos a ir cuando la mujer siguió provocando a Emma.
—Eres una puta barata —rió.
Suspiré y me preparé mentalmente para lo que se venía, Emma se soltó de nuevo de mi y corrió hasta ella para lanzársele encima y empezarla a golpear, regresé hasta ella e intenté separarlas pero me llevé un codazo de Emma en el pómulo.
—¡Si te metes te doy uno a ti! —me gritó.
¿Había escuchado bien? Emma acaba de amenazarme.. Es increíble.
Me metí de nuevo pero era imposible separarla de la doctora, miré al hermano de Mika y este seguía riendo por la situación.
—¡Sería genial si me ayudas idiota! —le grité.
—Cuida tus palabras —me señaló.
—Ayúdame entonces —forcejee con Emma- ¡Emma detente!
Pero como ella es Emma Allen, no lo va a hacer, siguió y siguió golpeando a la mujer hasta que por fin el idiota de Anton me ayudó a separarlas, tomé a Emma de la cintura y la alcé en mi hombro mientras ella pataleaba.
—¡Bájame Axel Koch! —pataleaba— ¡Bájame joder!
Le di un azote en el trasero y ella chilló.
—Te bajo si te calmas.
—Ya me calmé —dejó de patalear—, ahora bájame.
Con cuidado la bajé pero intentó de nuevo ir hacia donde la mujer quien estaba sentada en el suelo tocándose el rostro.
—Emma, por el amor de Dios —la sostuve de la cintura.
—¡Suéltame! —intentó zafarse— ¡A mí nadie me llama puta porque no lo soy! —empezó a patalear al aire— ¡Déjame sacarle los ojos Koch!
—Genügend! Wenn du so weitermachst, werde ich dich verprügeln, Emma (¡Basta! Si sigues así voy a azotarte Emma)
No me gusta alzarle la voz pero ella me está sacando de quicio, dejó de moverse y la solté, ella me miró molesta y después abrió los ojos, creo que hasta ahora se da cuenta de que me golpeo.
—Axel, tu pómulo está rojo —se tapó la boca— ¿Yo hice eso?
—Si —me crucé de brazos—, hasta me amenazaste con golpearme, Dios Emma, mereces un castigo por esto —me señalé el pómulo.
—Depende del castigo —se mordió el labio mientras sonreía.
—¡Oh no! —negué— no me vas a comprar con eso Emma, vamos al auto ahora.
—Eres cruel —entrecerró los ojos—, yo no hice nada malo ¡Ella me ofendió! Tengo que defenderme.
—Lo se —suspiré—, pero armaste un escándalo en pleno hospital, podrías ir a la cárcel.
—No lo hará —escuché al Hermano de Mika-—, le dije a Anastasia que no le hablara a la policía, porque iba a hacerlo.
Tomé a Emma de las manos y la coloque detrás de mi.
—Tranquilo amigo —levantó las manos— no voy a hacerle daño a Ella, probablemente Mika te haya dicho lo que pasó ¿Cierto? —miró a Emma.
—Si, ustedes querían hacerme daño —la voz de Emma salió firme.
—Yo no —negó— tuve que fingir delante del viejo para hacerle creer que estaba de acuerdo —dijo serio—, el plan era asesinar a Mika desde un inicio, pero Mika se adelantó a asesinar al viejo, pero falló, porque la basura esa, sigue viva, por eso llame a Anastasia para preguntarle si el estaba aquí, lo busqué por dos días en casi todos los hospitales.
—No te creo nada —negué.
—Es tu problema, por eso vine a Advertirle a Mika que se fuera —se cruzó de brazos- Mika le disparó en sitios que no eran de riesgo y el quedó vivo —bufó—, iba a rematarlo pero, lo sacaron antes de la casa, probablemente dentro de poco busque a Mika para hacerle daño.
—¿Por que lo ayudas? —Emma se colocó frente a mi— se supone que se odian.
—No lo odio —rió— siempre fingí hacerlo para que se alejara del mundo de la mafia, el maldito viejo quería que el continuara con eso, pero... es algo que no quiero para mi hermano —negó—, el cree que lo odio pero no es así, más de una vez intenté salvarle la vida.
—¿Que hay de la perdidas de las armas? —mire sorprendido a Emma ¿como ella sabe eso?
—Vaya, sabes mucho —rió—, eso lo hice con la intención de que el viejo lo desterrara para que se alejara de todo, yo más que nadie deseo que el viejo muera.. El asesino a mi esposa estando embarazada, el no sabe que yo lo sé —giro su rostro—, no quiero que le quite a Mika lo que me quitó a mi, por eso me encargaré de asesinarlo yo mismo.
—Entiendo —habló Emma—, pero tienes que aclarar esto con Mika, de que jamás lo has odiado Anton.
—Lo haré en cuanto tenga la oportunidad, ahora pueden irse, me encargué de ponerles seguridad en su hotel.
Y sin más se retiró, tomé a Emma de la mano y subimos al auto, ella se mantuvo en silencio hasta que llegamos al hotel, me quité el abrigo y me senté en la cama, solté un suspiro pesado y ví como Emma venía con un botiquín, se sentó a horcajadas sobre mi y besó mis labios.
—Lo siento mi amor —hizo un puchero— no quería lastimarte, pero tu te metiste.
—Pegas muy fuerte —hice una mueca de dolor—, tienes mucha fuerza para ser tan pequeña.
—¡Oye! —se cruzó de brazos— voy a ponerte crema para que no se te inflame o se ponga morado.
Mis manos se aferraron a su cintura, luego metí las manos dentro de su camisa y ella dió un respingo.
—Tus manos están heladas.
—Lo se —bese sus labios.
—¿Sigues creyendo que tengo preferencias?
—No —negué—, debo confesar que me puse celoso al ver cómo estabas así con Mika —reí—, pero luego supe que lo harías con cualquiera de los tres.
—Y es así mi amor —sus dedos acariciaban mi cuello—, lo haría con cualquiera de los tres, ustedes son muy valiosos para mí y me han hecho feliz.
—Te amo Emma.
Ella jadeó sorprendida pero luego me dió una hermosa sonrisa y sus hermosos ojos grises tenían un brillo precioso.
La amaba, de eso no había la menor duda, ella lo era todo para mí.
Besé sus labios y ella se aferró a mi, sus dedos entraron en mi cabello después los bajó hasta mi camisa para quitarla.
—Hazme el amor esta noche Axel —besó mis labios.
—Las que desees mi amor.
Y joder, claro que sí la amaba, ella era todo mi universo.
Es mi mayor felicidad.