Emily:
Regresé al departamento con Emma ya que se sentía muy cansada, Julian y Jamie se quedaron en la constructora, Julie me llamó diciéndome que quería hablar conmigo, se escuchaba preocupada y triste así que le pedí que viniera.
Acosté a Emma no sin antes cambiarla, me alegra tanto saber que sus papás con compatibles con ella, si algo sucede, mi hija tendrá otra oportunidad.
Estaba preparando café cuando la puerta sonó, fui a abrir encontrándome con Julie, la hice pasar y ella se sentó en la isla y yo seguí preparando el café.
—¿Que sucede? Te noto triste.
—Lo estoy Em, Sasha y yo peleamos.
—¿Por que? —fruncí el ceño.
—Porque yo quiero tener hijos Emily y ella no quiere —empezó a llorar—, ella sabe que ese es uno de mis deseos, me molesta que el año pasado me había dicho que si quería tener un bebé, alimentando más mi ilusión —dijo molesta— para después decirme que no, porque no está preparada y eso... Eso lo entiendo, pero ¿Por qué no me dijo que no antes?
Fui hasta ella para abrazarla. Se que es uno de sus deseos, ya encontró a alguien que la amara que es Sasha, tienen años juntas y ahora que ella quiere ser mamá Sasha le dice que no.
—¿Le preguntaste por que no quiere tener bebés?
—No se cuales de esas excusas sean ciertas —nos separamos del abrazo—, me dice primero que no se siente lista, luego que le da miedo, después que sería una pérdida de tiempo y la última es que yo no sería una buena madre para el bebé.
—¿Por qué dijo lo último? —me senté a su lado.
—Sabes que a veces suelo ser olvidadiza —asentí— y algo desastrosa —asentí de nuevo—, entonces dijo que no sería una buena madre si en algún momento se me olvida alimentar al bebé o dejarlo en el auto.
Rei por eso.
—Oye, eso es normal Julie —sonreí—, quizá le teme a eso.. pero nadie jamás está preparado para ser padre las mujeres no nacemos con instrucciones que diga "cómo ser mamá" aprendemos con el paso del tiempo, yo estaba asustada cuando tuve a Emma en mis brazos, pero fui aprendiendo del cómo cuidarla.
—Se lo hice saber y aún sigue desistiendo de la idea.
—Julie, ustedes son pareja, tienen años juntas, no pueden simplemente tener un bebé y ya, eso requiere de tiempo, al menos que llegue de sorpresa —reí—, pero ustedes son una pareja, tienen que hablarlo, sentarse y hablarlo con calma, no puedes simplemente tomar una decisión sin ella.
—Lo se pero... Yo quiero ser mamá Em, entiendo que ella tiene muchos planes en su vida y un bebé no está en ellas, yo siempre la he apoyado he estado con ella cuando empezó a vivir aquí, no es que deba regresarme la ayuda, no —negó—, pero al menos que lo piense, tampoco quiero obligarla, pero... Quiero que lo piense un poco.
—Y ¿No has pensado en adoptar un perrito?
—¿Un perrito? —me miró confundida.
Asentí.
—Claro, así van manejando y aprendiendo del como cuidar de alguien, no digo que sea igual a un bebé, pero al menos así vas adquiriendo responsabilidad, porque si Julie, un bebé requiere tiempo y responsabilidad, no es solo tenerlo y ya.
—Tienes razón ¿Crees que quiera tener un perrito al menos?
—Pues háblalo con ella y por favor no peleen ¿Si? No me gusta verte llorar —la abracé.
—Gracias Em, en serio eres una buena amiga.
Sonreí y le entregué el café, se que ambas se aman y podrán solucionar sus problemas, a veces no interfiero porque siempre quedo en medio de las dos y quedo en blanco, entonces ahora espero que puedan hablarlo y buscarle una solución.
Le conté sobre los resultados de Emma y se contentó, hablamos por otro rato más y después ella se fué, llamé a mamá un rato y me dijo que papá estaba bien, que estaba haciéndole unas remodelaciones a la casa, Ethan está muy bien y ella sigue trabajando desde casa dando consejos en línea como tratar a un hijo con la misma condición de Ethan, eso la ayuda a ella y a otras mamás que tienen un bebé en esa condición y saber que hacer.
Ordené el departamento y me cambié a una ropa mucho más cómoda, tenía que ver que había para preparar, desde que deje de trabajar solo permanezco en el departamento y no es por gusto si no porque debo cuidar de Emma hasta que mejore al cien por ciento, al menos en las tardes ella y yo hacemos algunas tareas y mejora mucho su lectura y escritura, tengo que asegurarme de que sepa leer bien y algunas otras cosas para cuando regrese a la escuela esté más preparada.
Escuché el timbre de la puerta y confundida fui a abrir, quizá eran los padres de Jamie, cuando abrí me encontré con un hombre vestido de negro, su rostro estaba lleno de heridas y parecía desorientado.
—Emily, que bueno volver a verte.
Abrí los ojos sorprendida, no, no de nuevo..
—Charlie.. —susurre— ¿Qué haces aquí? ¿Cómo supiste dónde vivo?
—Te seguí.. cuando saliste de aquel lugar, te seguí, estoy aquí por dos motivos el primero —hizo un uno con el dedo— es abrirte las piernas y entrar en ti de nuevo y la dos —hizo un dos—, es llevarme a la preciosa de Emma, Andy... Andy quiere hacerle lo mismo que te hicimos a ti.
Sonrió mostrando su dentadura podrida y amarillenta.
Mi miedo creció aún más al saber que Andy quería a Emma, ese maldito está enfermo, quería hacerle daño a una niña ¿Hasta cuándo va a seguir molestándome? Andy jamás va a dejarme en paz.
El entró al departamento y cerró la puerta, quería gritar pero las palabras no salían de mi, retrocedí y el se acercaba más, luego escuché la voz de Emma.
—¿Mami? ¿Quien es el?
Cuando corrí para tomarla en mis brazos y escondernos, Charlie me alcanzó logrando tirarme al suelo, se subió encima de mi y el llanto de Emma salió, mi pequeña estaba asustada.
—Suéltame bastardo asqueroso —forcejee con el.
—Calla zorra —su aliento me causaba asco—, tu niña va a ver cómo un hombre de verdad te folla.
—¡Emma, corre! —le grité— ¡Cierra la puerta con llave y llama a papá!
Emma no se movía, estaba temblando en su sitio mientras lloraba, luego ví como se hizo pipí encima por el miedo. Ella no podía moverse, solo lloraba del miedo.
—¡No te muevas niña! ¡Tengo que terminar con tu madre y te irás conmigo!
—Mami —Emma sollozaba del miedo.
—¡Corre Emma! ¡Corre amor!
Emma se movió para correr pero hizo todo lo contrario que le pedí, se lanzó encima de Charlie y el la lanzó a un lado de la sala, se había golpeado el costado, ella cayó inconsciente sobre el suelo.
—¡Emma! ¡No! —grité más fuerte.
—Nadie te va a escuchar, ahora tu y yo terminaremos esto.
Por un segundo la ira creció en mi, me soltó por un segundo los brazos para bajar mi pantalón y aproveché para darle un codazo en la cara, se bajó de mi sosteniéndose la nariz, corrí hasta la cocina pero este me alcanzó, pero antes tomé un pequeño cuchillo, me tomó de la cintura y grité más fuerte para que alguien escuchara, agarre el cuchillo y se lo clavé en la pierna y lo apreté más a él, logrando que me soltara, el se separó de mi pero después regresó dándome un golpe en la cara, me había roto el labio junto con el pómulo.
—Maldita, esto no se queda así -me señaló- volveré por ti.
Salió del departamento cojeando, aún tenía el cuchillo clavado en la pierna, cuando salió corrí hasta Emma y ella estaba inconsciente, su cabeza sangraba.
—No. no, no —me desesperé— ¡Ayuda! ¡Alguien ayúdeme! —grité más fuerte
Tomé a Emma en mis brazos, ella no se movía.
—Nena no le hagas esto a mamá, despierta.. Dios —mi llanto salió— ¡Auxilio!
Varias personas que viven en el edificio entraron al departamento, un hombre tomó a Emma en sus brazos, yo salí detrás de el junto con una señora, las demás personas ya llamaron a la policía y se quedaron en el departamento cuando estos llegaran, seguí al hombre que tenía a Emma en sus brazos, corrimos escaleras abajo con ella, hasta que llegamos a su auto, me subí y el colocó a Emma encima de mi, la señora se sentó en el copiloto.
—Rápido hijo —pidió la señora.
—Eso hago mamá —aceleró—, señorita Larson ¿Que sucedió? Soy policía.
—N-No lo sé, aquel sujeto entró a mi departamento y me dijo q-que se llevaría a mi hija, ella por defenderme salió herida —sollocé.
—Hijo por favor no la agobies ahora, mejor conduce más rápido, la niña está herida.
Llegamos Rápido al hospital y el me quitó a Emma de los brazos para correr con ella adentro del hospital, corrí como pude porque mis nervios me estaban jugando una mala pasada, vi cómo se llevaron a Emma a urgencias, no podía controlar mi llanto, la señora me tomó de la mano y me sentó en las sillas de la sala de espera, el hombre que tenía a Emma regreso, en su camisa había sangre de ella y en la mía también.
—Dios mío —lloré muy fuerte.
—Tranquila niña, ella va a estar bien —me tomó la mano—, tengamos fé.
El policía se acercó.
—Me llamo Michael Kors, señorita Larson, vivo a dos departamentos del suyo —lo miré— se que usted es la esposa de los Allen ¿No es así?
Solo asentí.
—Bien, la policía no tardará en venir a tomar declaración, voy a llevar el caso —asentí de nuevo— ¿Tiene como llamarlos? A sus esposos.
—No —negué— no tome mi teléfono —sollocé—, solo quiero saber que mi hija esté bien, ella está enferma, no debió hacer eso, debió correr y huir.
Si a Emma le sucede algo juro por Dios que me muero, no podría vivir si a mi hija le pasa algo, no podría, no iba a poder con la enorme culpa.
No podría..