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Emily:

Aún seguía en la habitación con Julian, seguía encima de el, se veía tan hermoso teniendo sus mejillas sonrojadas y su cabello desordenado. Se veía muy hermoso. 

—Hueles delicioso nena —su nariz rozaba mi cuello.

—Julian, vine aquí para que me perdonaras y a ducharme, tengo que regresar al hospital.

Sus manos bajaron a mi espalda y apretó mi trasero, aquello me hizo gemir. 

—Vamos a ducharnos juntos para que se me baje la borrachera y así me ayudas ¿Si? —besó mi cuello.

—Mi madre está en el departamento —cerré los ojos.

—¿Que importa? Quiero bañarme con mi mujer. Por favor —Me miró con ojos de cachorro.

Sonreí y asentí, me baje de el y me levanté, fui hasta mi habitación para buscar mi ropa, mi madre estaba dando sus clases en línea y usaba sus audífonos, Ethan estaba concentrado en la tv, me metí al baño y empecé a quitarme la ropa y solté mi cabello, sentí las manos de Julian rodear mi cintura y me pegó a el, sentí su torso desnudo en mi espalda.

—Entra a la ducha —me susurró al oído. 

Y así lo hice, entré a la ducha y abrí la regadera, el agua tibia estaba saliendo y me metí en ella, el agua me estaba relajando poco a poco, Julian se metió en la ducha conmigo y se pegó a mi, sus manos acariciaban mis brazos y una se posó en mi vientre y empezó a darle caricias.

—Te verás hermosa embarazada —sonreí.

Su mano llegó a mi cuello y levantó mi rostro y acercó el suyo para besarme, de una sola vez metió su lengua dentro de mi boca y empezó a jugar con la mía, su beso era dominante y deseoso, sentí su dedo hacer círculos en mi pezón erecto, no pude evitar gemir sobre sus labios y sentir mi humedad crecer.

Creo que este embarazo será igual que el de Emma, cuando estaba en cinta las hormonas me dominaban y necesitaba atención, usaba uno que otro juguete para poder satisfacerme, por qué el apetito sexual era enorme.

Julian me soltó el labio de una mordida que me gustó, me volteó quedando frente a el, alcé mi rostro para verlo. No me besó los labios pero si el cuello, sus besos iban desde mi cuello hasta mi clavícula, sus enormes manos se posaron en mi trasero y bajaron a la parte trasera de mis muslos y los tomó alzandome enrollé mis piernas en su cintura y me pegó a la pared del baño, el agua tibia caía por nuestros cuerpos.

—Voy a follarte nena —sonrió de lado—, prepárate.

De una sola estocada entró en mi, hice mi cabeza hacia atrás mordiéndome el labio para no gemir.

—Joder, me encantas Emily —besó mi cuello.

Me embestía con dureza, sus manos se aferraban a mi trasero y las mías en su cuello, ambos pegamos nuestras frentes y jadeábamos al ritmo en que el me embestía.

—Nena me encanta como me aprietas -besó mis labios.

Me embistió unas cuantas veces más y después salió de mi, me bajó y pegó mi cuerpo de la pared no sin antes voltearme, abrió mis piernas y sostuvo mi cintura para entrar de nuevo en mi y embestirme muy fuerte, gemí muy bajito y el tomó mi cabello.

—¿Te gusta mi amor? —gruñó en mi oído.

—Si.. Oh Julian —gemí.

—Vamos amor correte para tu hombre —gimió.

Me embistió mucho más fuerte y mi vientre se contrajo hasta que llegó mi orgasmo, Julian jadeaba detrás de mi y voltee a verlo.

Fue la imagen más deliciosa que he visto, estaba con los ojos cerrados mientras fruncia el ceño y tenía la boca abierta mientras jadeaba, sus ojos conectaron con los míos.

—Correte amor —le pedí.

Frunció más el ceño y apretó su mandíbula, dió dos estocadas más y sentí como se corrió dentro de mi, aún sostenía mi cintura, después de sus espasmos salió lentamente de mi y sentí como su semen bajaba por mis piernas.

Me volteó y me besó los labios.

—Ahora si vamos a bañarnos nena —me sonrió.

Ambos nos bañamos juntos y después salimos, el se estaba vistiendo y yo igual, me coloque mi pantalón de chandal y una blusa de tirantes con un suéter encima y zapatos deportivos, Julian estaba casi igual que yo, fui hasta mi habitación y tomé ropa para Emma y sus cosas personales para poderla bañar, eso de lavarla no le gustaba, quería bañarse bien así que los llevaré, también le lleve su tablet y sus audífonos, fui hasta la habitación de Jamie y tomé algo de ropa para el y sus pantuflas, al igual que su tablet.

—Amor yo llevo el bolso —asentí—, vámonos.

Salimos a la sala y me despedí de mamá e Ethan, a penas llegue mandaría a papá para acá para que descansara.

Hicimos una parada para comprar algo para Jamie y Emma, a ella no le gusta la comida del hospital así que le llevamos algo de fruta y otras cosas.

Después llegamos al hospital y fui hasta la habitación de Jamie primero.

—Hola amor —le di un beso— ¿Cómo te sientes?

—Aburrido, quiero irme con mi hija —se cruzó de brazos.

—Lo se amor, pero tenemos que esperar Emma está igual que tú —saque las cosas del bolso—, te traje ropa limpia, tus pantuflas y la tablet con el cargador.

—Gracias mi amorcito —me sonrió— ¿Ya no están peleados?

—No —fue lo único que dijo Julian con una sonrisa.

—Por la sonrisa que tienes fue buena la reconciliación ¿No? —alzó una ceja— cuando salga de aquí quiero que mi mujer me consienta por muchos días —me miró con los ojos entrecerrados— ¿Está bien?

—Lo haré mi amor —lo tomé de las mejillas y lo besé.

—También quiero que follemos —el sonrió con malicia. 

—¡Jamie!

—¿Que? Quiero que mi mujer me monte a mi también ¿Es un crimen eso?

—No pero.. no lo digas así —reí avergonzada—, además de que te tienes que recuperar primero, debes tener reposo absoluto.

—Así que chiste —bufó—, sabrá Dios hasta cuándo tendré abstinencia.

—Jamie, deja de comportarte como un niño —Julian dijo serio— tienes que guardar reposo absoluto, por favor.

—¡Jah! Lo dice el que ya le dieron amor hace rato —rodó los ojos.

Me era gracioso verlos pelear por tonterías, sin duda los amaba. Son mis amores hermosos. 

—No peleen por eso por favor —miré a Jamie— amor ¿Puedes sentarte?

—Si eso creo —asintió.

—Bien, voy a ayudarte para colocarte la ropa ¿Si? Pero tienes que asearte primero.

—Emily no puedes hacer eso —Julian negó— estás embarazada y llevarlo a el al baño es hacer peso y tú no puedes hacer eso.

—Cierto amor —Jamie asintió—, mejor llamemos a una enfermera para que me ayude.

—No —reí tensa—, no voy a dejar que ninguna mujer vea a mi marido desnudo.

—Cierto —dijo Jamie— Julian me ayudará ¿Verdad hermanito?

—¿Que? —negó varias veces— no pienso bañarlo, sobre mi cadáver.

—Pero Julian —dijo Jamie en tono inocente—. Emily no puede cargar peso y yo peso mucho, es solo a bañarme es más ni me vas a tocar el culo.

Solté una carcajada.

—Dios mío —Julian se tocó el puente de la nariz.

—Hagamos algo —dije controlando mi risa—, voy a pedir que traigan una silla para que la metan al baño y así te sientas tu mismo ahí y te bañas ¿Si? —le dije a Jamie.

Iba a responder pero Julian se le adelantó.

—Voy por la maldita silla, no pienso tocarle la verga.

Salió de la habitación.

—¡Ya quisieras! —le gritó.

—Jamie —me crucé de brazos—,  eres terrible.

—Pues que te puedo decir amor mío —se encogió de hombros—, dame otro beso y ve a ver a Emma, debe estar aburrida y manda a tu papá a casa.

—Lo haré, te traje también comida, ensalada con pan integral y jugo de naranja —saqué la comida y se la di.

—Genial, la comida de aquí sabe a indigente.

—¿Has probado un indigente? —me reí.

—No, pero así sabe la comida de aquí —hizo una mueca de asco—, ve a ver a nuestra hija, te amo.

—Y yo a ti —le di un beso.

Ordene un poco la ropa y le saqué la iba a usar.

Salí de la habitación y pensaba en lo mucho que estos dos me alegran la vida, jamás me cansaré de repetir cuanto los amo y de haber firmado aquel contrato para casarme con ellos, sin duda fue lo mejor que me ha pasado en este tiempo, claro después de mis hijos, no cabe duda que los amo y de que ellos me hacen muy feliz.

Los amo..

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