Lo hice dos veces muy fuerte.
Maila
No conseguía comprender cómo había sucedido todo. Solo conseguía recordar pensar lo idiota que estaba siendo al intentar ponerme el cinturón, cuando el bebé pretendía salir en cualquier momento. No me importaba que fuera prematuro. Aquel niño necesitaba salir, y yo tenía que permitirlo. Pero ahora, solo conseguía ver aquel momento en que el camión surgió de la nada, atravesando la avenida tan lentamente, como si nada le afligiera. Y Hardin iba tan rápido. No hubo tiempo para parar, pero no habría servido de nada, de todas formas. Era gracioso, por qué ya no sentía más dolor. Ningún dolor. Eso podía ser bastante aterrador, especialmente cuando la gente se juntaba a tu alrededor, para observar a la embarazada que atravesó el parabrisas de un coche. La mitad de mí estaba partida por el cristal, y sentía miedo por el bebé. Si esa cosa me estaba cortando, ¿él estaba sufriendo? ¿El trabajo de parto se detuvo?
Vi cuando Hardin salió del coche. Solo le sangraba la cabeza. También tenía