ANDY DAVIS
El trayecto fue un martirio. Los niños parecían traicionados por haber escuchado lo que Bastián tenía que decir. Podía ver sus ceños fruncidos a través del retrovisor.
—¿Nos vamos a mudar del departamento de Bastián? —preguntó León rompiendo el silencio, con su pequeño ceño fruncido y la voz quebrada—. ¿Nos mudaremos con papá?
Sus ojos llenos de ilusión me cortaron toda intención de negar todo.
—¿Cuándo volveremos a ver a papá? Lo extrañamos. —Ahora fue Victoria quien preguntó, asomándose entre los asientos, ansiosa por una respuesta.
Mi