MOLLY DAVIS
—¡Tía Rachel! ¡Con permiso! —exclamó una suave vocecita, haciéndome posar la atención hacia ella.
—¡Tío Carter! ¡Hazte para allá! ¡No nos dejas ver! —segundó otra vocecita. Entonces vi dos cabecitas rubias abriéndose paso entre las piernas de Rachel y su acompañante de ojos bicolor.
Cuando por fin pasaron, se me quedaron viendo con sus enormes ojos azules. Eran un par de mellizos encantadores. Sus miradas me inspeccionaron con atención, de arriba abajo.
—Es idéntica a mamá —susurró el niño sorprendido mientras la niña asentía.
—León, Victoria… Ella es su tía Molly, la hermana menor de su madre —dijo Damián con media sonrisa, cruzándose de brazos, con esa esencia de patriarca sereno. Era la clase de hombre que te hace pensar que nada malo puede pasar mientras él esté a cargo.
Antes de que pudiera decir algo los niños desaparecieron. ¿Los había asustado?
No sabía si ir tras ellos o mejor no presionarlos. No me imaginaba todo por lo que habían pasado.
—Este de aquí tamb