RACHEL MONROY

«Tiene un mecanismo complejo en la espalda», dijo uno de los policías con ese uniforme estorboso que se ponían para desactivar bombas. «Si el balín toca uno de los extremos, me temo que se detonarán los explosivos en su espalda. No es suficiente para derrumbar el edificio, pero sí para que él se desintegre y la gente que esté a menos de dos metros de distancia resulte herida».

Me quedé sin aire, ni siquiera me había dado cuenta del momento en que había dejado de respirar.

¿Quién era el autor de algo tan atroz? Aunque quise darle vueltas solo podía pensar en alguien: Shawn. Había matado a mi abuela, ahora se desharía de mi padre.

«¡Por favor! ¡Una cámara! ¡Por favor!», gritó mi padre haciendo que el camarógrafo se acercara a él. Parecía que había llorado días enteros, entonces vi la fotografía en su pecho, era mía, de hacía muchos años, cuando aún era niña.

«Rachel, no supe ser padre… no supe ponerte a ti por encima de mi trabajo, de mi deber. Te quité a tu madre, te