Alexander 💥

Había pasado una semana desde que decidí quedarme al lado de Bianca. No permitiría que nada ni nadie le hiciera daño. Mauricio, ese malnacido, había estado bajo vigilancia constante. Según los informes, no salía de su residencia, pero si se atrevía a acercarse a mi mujer, pagaría caro. Él no tenía idea de lo que yo era capaz de hacer para protegerla.

Mientras tanto, Bianca había estado ocupada con su estudio fotográfico, recibiendo una gran cantidad de clientes. Para garantizar su seguridad mientras yo atendía mis asuntos, asigné a un hombre de confianza para que la cuidara. El mas confiable el gran Aleric. Esta tarde, me encuentro en el almacén de La Cueva. Las drogas y el nuevo producto estaban listos para ser trasladados hacia el Oriente. Mucho dinero estaba en juego, y debíamos jugar bien nuestras cartas.

Uno de nuestros compradores más importantes era Kaito, un empresario japonés que adquiría grandes cantidades de mercancía para venderlas en su club. Estábamos senta