Capítulo 191.
Mientras tanto, en Hampshire las horas seguían su curso. Todo estaba marchando como se había planificado y con todos los preparativos listos, solo podían esperar a que la hora llegara.
Harper alimentó a Rangda, con quién, después de tener reservas con ella, podía acariciar, sabiendo que, en parte fue por ella quise liberó de Lorcan. Amaba a esa cobra, aunque sonara tonto tener sentimientos por un reptil que podía asesinarla. Pero comprendía a Mateo y su fascinación por los animales. Con ellos no debía tener tanto cuidado como con las personas.
Mateo se ocupó en la llamada que se extendió, debido a que Darek aseguró que el marqués no tenía tanta información como se pensó inicialmente. Aunque les convenía tenerlo vivo por ese momento y encerrarse con él a cortar su piel, centímetro a centímetro, podría privarlos de datos que no eran tan insignificantes como creía. Aunque uno fue el que llamó su atención entre tantos.
—Se emitió un decreto en donde se prohíbe la entrada de cualquier