Greta estaba atacada; la verdad que había ocultado por tantos años se estaba descubriendo ante todos. Laura, con una expresión amenazante, parecía disfrutar del caos que se desataba. Con cada palabra de Guillermo, la tensión aumentaba, y existía la posibilidad de que Laura pusiera la guinda del pastel, revelando el verdadero origen de Luis Fernando. Greta había creído que su pasado estaba enterrado, pero ahora, aparecía ante ella más vivo que nunca.
La expresión de Luis Fernando era indescriptible; su cara de horror lo decía todo. Sus ojos, abiertos de par en par, reflejaban la incredulidad y el dolor que lo invadían. Miraba a Greta suplicante, con una expresión que evidenciaba el deseo de que todo fuera una vil mentira o un malentendido.
—¡Por favor, madre! —exclamó, con su voz temblorosa, estaba contrariado, se debatía entre la rabia y la desesperación por saber la verdad—. Habla, defiéndete. Dile a Guillermo que todo es mentira, que todo lo que está diciendo es un error, te lo