66. Directo al infierno
Gabriel
Tengo todo listo para lo que me espera el día de hoy, pues aunque mi intención era salir del bar de mala muerte dónde hablé con el médico e ir directo a la casa de mis padres, Iván me lo impidió.
Planeamos hacerlo bien, y es por eso que hoy, tres días después y con todas las evidencias recopiladas, ordenadas y verificadas, me encuentro entrando a la fría e inhóspita mansión San Román.
Emma, ingenua de lo que va a suceder viene colgada de mi brazo con una enorme sonrisa, pues me encargué de decir que tenía que hablar con todos y hacer un anuncio, me ha costado horrores mantener las apariencias en la casa que compartimos, pero si todo sale como espero hoy habrá sido el último día.
Al llegar la ama de llaves nos informa que mis padres nos esperan en la sala principal y yo solo puedo asentir mientras pienso en lo mucho que he esperado por esto.
Mis padres no esperan en la sala y nada más entrar Emma corre a abrazar a mi madre que le da dos besos en la mejilla y luego clava sus ojos