16. Acabemos con esto
Catalina
Cuándo llego al hotel siento que todo sucede en automático. Mi mente parece haber aprovechado los minutos en el auto para desconectarse por completo de lo que acaba de pasar y al notar que mi pequeño se ha quedado dormido en mis brazos, pienso que él ha hecho lo mismo.
Entro en el ascensor del lobby y subo hasta la suite en que me estoy quedando aún sin reaccionar, cuándo Nat me abre la puerta veo como su sonrisa poco a poco se va borrando al verme y yo solo puedo seguir de largo hasta llevar a mi pequeño a la cama.
Y me quedo ahí, simplemente viéndolo hasta que escucho a mi amiga detrás mío.
—Catalina ¿Qué ha pasado?
Entonces las emociones vienen una a una hacia mí, la cercanía de Gabriel y Samuel, la forma en que mi cuerpo ha reaccionado antes él y la forma en que Julian se comportó cuando llegó.
Los gritos, el llanto de Samuel, la forma en que Gabriel defendió a mi hijo… todo es demasiado.
Siento que las lágrimas empiezan a salir de mis ojos y cuando mi cuerpo se sacude si