Mientras Marta recordaba el maravilloso encuentro íntimo, lleno de pasión y lujuria que había tenido horas atrás con Marcos, él le hacía el amor a su esposa.
Su móvil comenzó a vibrar sobre la mesa de noche. La rubia lo tomó con curiosidad, ¿Quién podía estar llamándola a esa hora? María ya estaba con ella y de Ignacio, llevaba días sin saber de él. El cargo de suplente en la empresa parecía tenerlo lo suficientemente entretenido como para no molestarla con lo de su futura boda.
Se extrañó aún más, al ver que se trataba de su asistente. Siendo un sábado por la noche, no eta usual que lo hiciera al menos que se tratara de algo realmente importante. Sin dudarlo, Marta atendió la llamada:
—¿Qué sucede? ¿Por qué me llamas a esta hora?
—Señorita, es que acabo de recibir el informe mensual del administrador y algunas cosas no cuadran.
—¿A qué te refieres? —preguntó con firmeza.
—De acuerdo a los reportes de inversión que realizó hace dos meses, los ingresos deberían superar en un 60%