El grito de Laura, alertó a la enfermera, quien con rapidez, presionó el botón de emergencia, mientras salía corriendo hacia la habitación donde se encontraba Marta.
En cuestión de segundos el equipo médico estaba entrando a la habitación y Laura era retirada del lugar.
—Retírese por favor, es una emergencia. No puede estar en esta área. —dijo otra de las enfermeras.
Laura salió de la habitación sintiendo cómo sus piernas temblaban y cubriendo su boca con ambas manos, mientras las lágrimas recorrían sus mejillas.
Marcos escuchó la alarma y vio el movimiento de los médicos corriendo de un lado a otro. Algo debía estar pasando.
—¡Marta! —murmuró, sintiendo un ligero escalofrío recorrerle por completo.
Se adentró por el pasillo y a lo lejos reconoció la silueta a Laura. Apresuró el paso y fue a su encuentro.
—¡Marcos! —sollozó y se refugió entre sus brazos..
—¿Qué sucede, Laura? ¿Qué pasó? —preguntó con voz trémula.
—Marta, Marta está… muerta.
Marcos quedó petrificado, aunque qui