Luego de ir a cenar, Laura y Marcos regresaron a su casa. Fueron directamente a su habitación y como un par de enamorados que acababan de reencontrarse, se besaron y se amaron con pasión y lujuria.
Marcos acarició su cuerpo, con sus manos y su boca. Laura gimió entre sus brazos, viviendo con intensidad aquel encuentro. La noche estuvo cargada de deseo, de besos y de absoluta entrega para ambos. Fue una noche perfecta, los conflictos, las preocupaciones y las dudas desaparecieron entre ellos, al menos por unas horas.
Después de ducharse y arreglarse para dormir, se abrazaron y durmieron uno al lado del otro.
La mañana siguiente, Laura y Marcos, se dirigieron hasta el consultorio médico de su ginecólogo para iniciar con el proceso de fecundación de su óvulo.
El médico la revisó, luego de hacerle varias preguntas de rutina.
—¿Cuándo fue su última menstruación?
—Hace unos quince días, doctor.
—Muy bien, eso significa que usted debe estar en el proceso de ovulación, lo cual es una ex