Capítulo 44
El avión descendía suavemente sobre el asfalto madrileño, mientras Eros y April pegaban sus rostros a la ventanilla, fascinados por las luces de la ciudad. Sofía, en cambio, mantenía las manos entrelazadas sobre su regazo, con la mirada perdida en algún punto. El aire le pesaba en los pulmones, ya que volver a Madrid no solo era un cambio de ciudad... sino que también era enfrentar cada herida que creyó haber dejado enterrada.
Thiago, por otra parte iba unos asientos detrás de ella, pendiente de cada uno de sus movimientos, pero sin invadirla por completo. Había aprendido que con Sofía, la paciencia era la única llave posible y créanme que esa sería una muy buena decisión.
Al bajar del avión y pasar los controles un auto negro los estaba esperando. El conductor bajó con amabilidad, ayudando con el equipaje y Eros no dejaba de hacer todo tipo de preguntas. Preguntaba por los edificios, el acento de la gente y por las avenidas iluminadas por ciento de luces. Por otra parte A